
Las pymes, las más afectadas por los nuevos aranceles de la UE a Estados Unidos
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Los sectores más afectados serán el químico, la automoción y la construcción debido a la importación de maquinaria
La guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ha escalado nuevamente, con la imposición de aranceles por parte de ambas potencias económicas. Mientras Washington aplica medidas proteccionistas sobre el acero y el aluminio, Bruselas responde con una batería de impuestos por valor de 26.000 millones de euros que afectarán a productos industriales y agrícolas a partir de abril. Aunque el impacto en España no se espera que sea devastador, ciertos sectores y, en particular, las pequeñas y medianas empresas (pymes), se verán significativamente afectadas.
El impacto en la economía española y en las pymes
En España, los sectores más golpeados por estos aranceles serán el químico, la automoción y la construcción, en especial por la importación de maquinaria y bienes intermedios. Sin embargo, la mayor preocupación se centra en el freno económico que puede derivarse de la escalada arancelaria.
Cataluña es una de las regiones más afectadas por estos gravámenes, con 427 empresas impactadas y exportaciones valoradas en 278,8 millones de euros en riesgo, lo que representa el 6,4% del total de ventas catalanas a Estados Unidos. Para hacer frente a esta situación, la Generalitat ha puesto en marcha el programa «Adapta’t als nous Estats Units», coordinado por ACCIÓ, con el objetivo de ayudar a las empresas más expuestas a encontrar mercados alternativos y diseñar planes de contingencia.
A nivel nacional, España exporta anualmente a Estados Unidos productos por valor de 18.900 millones de euros, de los cuales 7.700 millones corresponden al sector metalúrgico y 6.200 millones a bienes de equipo como maquinaria y componentes eléctricos. A pesar de ello, los expertos estiman que el impacto no será catastrófico debido a que las importaciones industriales españolas desde EE.UU. no son tan elevadas como en otros países de la UE.
Las pymes, las más perjudicadas
Si bien las grandes empresas pueden adaptarse a estos cambios comerciales con más facilidad, las pymes se perfilan como las principales afectadas. Se estima que más de 29.000 pequeñas y medianas empresas españolas podrían sufrir serias dificultades debido a estos aranceles, algunas incluso enfrentando riesgo de cierre. Esto se debe a su menor capacidad para absorber el impacto de los sobrecostes y buscar alternativas de exportación.
El economista Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, advierte que sectores como el aceite, los productos agroindustriales, los componentes de automóviles y la industria farmacéutica también podrían resentirse. Ante este escenario, España deberá explorar nuevos mercados para sus exportaciones, un proceso que puede ser costoso y llevar tiempo.
Riesgo de una desaceleración económica
Más allá del impacto en sectores específicos, la escalada arancelaria puede desencadenar un aumento de precios que derive en una mayor inflación y una desaceleración económica. La inflación en España repuntó una décima en febrero, alcanzando el 3%, en gran parte debido al incremento en los precios de la electricidad y el fin de las rebajas fiscales aplicadas desde 2022.
Para la economista Judith Arnal, del Real Instituto Elcano, la medida adoptada por la UE es proporcional y responde a una estrategia defensiva. No obstante, el problema radica en la escalada de tensiones: “El problema es la reacción en cadena. A medida que los aranceles suben, las empresas deben aumentar sus precios, lo que impacta en el consumo y genera un freno económico”, explica Arnal.
La guerra comercial con Estados Unidos: un problema heredado
La actual crisis comercial entre EE.UU. y la UE tiene sus raíces en 2018, cuando el entonces presidente Donald Trump impuso aranceles al acero y aluminio europeos. La UE respondió con medidas dirigidas a marcas icónicas estadounidenses como Levi’s, Harley-Davidson y el bourbon. Durante la administración de Joe Biden, estos aranceles fueron suspendidos temporalmente, pero ahora, con la nueva administración de Trump, las medidas proteccionistas han regresado con mayor intensidad.
Desde el próximo 1 de abril, la UE aplicará su primera tanda de aranceles, mientras que la segunda fase, aún en consulta pública, se dirigirá a productos industriales y agrícolas, incluyendo acero, aluminio, cuero, madera, plásticos, huevos, azúcar y carne de ternera. Esta segunda fase de aranceles se estima en 18.000 millones de euros y entrará en vigor a mediados de abril.
España debe diversificar sus mercados
Ante este panorama, la recomendación de los expertos es clara: España debe diversificar sus exportaciones y reducir su dependencia del mercado estadounidense. Buscar nuevos socios comerciales en Asia, América Latina y África podría ser clave para mitigar el impacto de los aranceles.
Por ahora, el Gobierno y las comunidades autónomas están desarrollando programas de apoyo para las empresas más afectadas, aunque la incertidumbre sigue siendo alta. Con un comercio global cada vez más fragmentado por las tensiones geopolíticas, las empresas españolas deben prepararse para un entorno más incierto y desafiante.
Los nuevos aranceles entre la UE y EE.UU. afectarán principalmente a sectores como la automoción, el químico y la construcción, golpeando especialmente a las pymes españolas. Aunque el impacto global no será devastador, el aumento de precios y la inflación podrían generar un frenazo económico que afecte al tejido empresarial del país. Frente a este desafío, la diversificación de mercados y la búsqueda de nuevas oportunidades de exportación se perfilan como las mejores estrategias para afrontar la situación.