
La importancia del diseñador de moda en la sociedad
Manuel Beltran
Director de agencia de modelos
Vivimos en una era donde la moda está más presente que nunca en nuestras vidas. Redes sociales, publicidad y grandes marcas dictan tendencias a una velocidad vertiginosa, haciendo que el concepto de estilo parezca efímero y superficial.
Con 30 años de trayectoria en la industria, la experiencia me permite observar cómo la moda ha pasado de ser un lujo a convertirse en un reflejo de cada persona y de su entorno. Sin embargo, en este camino también han surgido quienes, sin formación ni conocimiento, se autodenominan diseñadores, ofreciendo propuestas sin base técnica ni comprensión del impacto que la moda tiene en nuestra vida diaria perjudicando al sector y a las personas que ellas confían.
El diseño de moda no consiste únicamente en elegir colores o seguir tendencias. Implica entender la historia del vestuario, dominar la construcción de las prendas y anticipar cómo la sociedad evolucionará en su forma de vestir. Un diseñador con experiencia no solo crea ropa, sino que define estilos de vida, comunica mensajes y contribuye a que la moda continúe siendo un pilar cultural y económico. Donde la calidad, la creatividad y la visión estratégica son esenciales para marcar la diferencia.
Desde el momento en que elegimos qué ponernos cada día, estamos tomando una decisión que va más allá de lo estético. La moda influye en la confianza personal, en la percepción que los demás tienen de nosotros y en la manera en que nos relacionamos con el mundo. Transmitiendo un mensaje con esta, ya sea de profesionalidad, creatividad o incluso de pertenencia a un determinado grupo social.
También es un reflejo de los cambios de la sociedad. Por ejemplo, conceptos como la sostenibilidad y el minimalismo son respuestas a una necesidad global de consumir de manera más responsable, y la industria de la moda se adapta a estos cambios, mostrando que es un sector en evolución continua.
Más allá de seguir tendencias pasajeras, la clave está en desarrollar un estilo auténtico. La moda debe ser un medio de expresión, no una imposición. Esto se consigue al conocer la historia del diseño, entender su impacto cultural y social, y sabiendo jugar con las prendas para proyectar esa imagen única y coherente.
Apostar por diseñadores con visión y conocimiento es esencial para garantizar que la moda continúe siendo un arte vivo y relevante.