
Las pymes españolas enfrentan una nueva urgencia: cuidar el bienestar laboral para retener talento
La desconexión cultural interna, el sedentarismo y la falta de estrategias de salud emocional impactan directamente en la satisfacción y productividad de los equipos.
Las pequeñas y medianas empresas españolas, que representan el 99% del tejido empresarial nacional, se encuentran ante un desafío creciente: el bienestar de sus empleados está en riesgo. Así lo confirman diversos estudios recientes que alertan sobre la pérdida de bienestar laboral a medida que crece el tamaño de la empresa, la falta de hábitos saludables en los entornos de trabajo y la escasa cultura emocional dentro de las organizaciones.
Un informe publicado por la revista International Journal of Business & Management Studies, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona, revela que la percepción del bienestar laboral desciende entre los empleados a medida que la pyme se hace más grande. Aunque existe una fuerte alineación con la visión de las empresas (7,2 sobre 10), la valoración de la cultura organizativa y la comunicación interna cae al 6,5, evidenciando incoherencias culturales que impactan en la satisfacción de los equipos.
Según el mismo estudio, mujeres y trabajadores de entre 35 y 44 años son los grupos que expresan un menor nivel de bienestar, y se advierte una clara brecha entre la percepción del liderazgo desde la dirección y el resto del personal.
Un entorno laboral poco saludable: sedentarismo y falta de programas de salud
A esta desconexión cultural se suma un contexto físico poco favorable. El 80% de la población española sufre sedentarismo, y más del 40% no practica ejercicio con regularidad. En el entorno laboral, esta situación se ve agravada por la falta de pausas activas, el estrés crónico, la alimentación desequilibrada y la carencia de programas de salud mental, según el Estudio Better Work 2024.
Solo el 18% de las empresas españolas cuenta con programas específicos de salud emocional y mental, a pesar de que los estudios demuestran que aquellas que los implementan reducen el absentismo hasta un 25% y mejoran el clima laboral, la motivación y la fidelización del talento.
La clave: construir bienestar desde dentro
Para revertir esta tendencia, expertos y plataformas especializadas coinciden en una idea: el bienestar laboral no es un extra, sino un eje estratégico que debe integrarse en la experiencia del empleado. Así lo demuestra el caso de Betterfly, una plataforma de retribución flexible y bienestar que utiliza inteligencia artificial, gamificación y recompensas para impulsar hábitos saludables desde el propio puesto de trabajo.
Su asistente Buddy AI, por ejemplo, propone pausas para caminar, ejercicios de respiración o rutinas de meditación personalizadas según los niveles de estrés y sedentarismo del trabajador. “Cuidar a tu equipo también es cuidar del negocio”, afirma Antonio Sas, director general de Betterfly en España.
El bienestar emocional empieza en la relación con uno mismo
Pero el bienestar no solo se construye desde lo físico. Según un estudio de Productividad Feroz, el 80% de los españoles reconoce que la calidad de sus relaciones personales impacta directamente en su felicidad, lo que también se traslada al rendimiento profesional.
En este sentido, Miguel Navarro, CEO de la compañía, destaca cinco claves para mejorar la salud emocional: asumir la responsabilidad de nuestras relaciones, reinterpretar los conflictos como oportunidades, fortalecer la autoestima, gestionar las despedidas con serenidad y priorizar el amor propio. Estos elementos, asegura, son esenciales para construir entornos laborales más empáticos y humanos.
Bienestar como ventaja competitiva
La suma de estos factores –cultura organizacional coherente, salud física, relaciones positivas y espacios de escucha– define el nuevo paradigma del bienestar laboral. Las pymes que logren integrarlo de forma genuina y constante no solo verán una mejora en la productividad y el clima laboral, sino que se posicionarán como empleadores más atractivos en un mercado donde retener talento se ha convertido en una prioridad crítica.