
6 claves legales del teletrabajo para proteger a empresa y trabajador
El trabajo a distancia requiere un acuerdo escrito con cláusulas claras para evitar conflictos y garantizar derechos y deberes.
La pandemia impulsó su implantación, pero el teletrabajo ha llegado para quedarse. No obstante, su aplicación práctica todavía genera dudas y, en muchos casos, conflictos legales. Desde la aprobación de la Ley 10/2021 que regula el trabajo a distancia en España, se exige un acuerdo por escrito con cláusulas que protejan los intereses de ambas partes.
A pesar de ello, según un estudio del Ministerio de Trabajo, solo el 38 % de los contratos de teletrabajo en pymes incluyen cláusulas completas sobre desconexión digital y compensación de gastos. Por tanto, la clave para una relación laboral saludable y sin ambigüedades pasa por formalizar correctamente esta modalidad.
Voluntariedad y reversibilidad
El teletrabajo no puede imponerse de forma unilateral. Debe pactarse de forma voluntaria y recogerse por escrito, incluyendo el derecho de reversibilidad. Esto permite que tanto el trabajador como la empresa puedan solicitar el retorno al trabajo presencial con el preaviso adecuado.
Lugar de trabajo definido
El contrato debe especificar desde dónde se desarrollará el trabajo remoto: domicilio, segunda residencia, coworking, etc. Esta información es vital en términos de prevención de riesgos laborales, ya que la empresa debe garantizar un entorno adecuado y seguro.
Control de jornada y horario
Aunque el teletrabajo admite cierta flexibilidad, es obligatorio establecer un horario y un sistema de control fiable. Este registro debe contemplar el inicio y fin de la jornada, así como las pausas, con herramientas homologadas.
Derecho a la desconexión digital
El empleado tiene derecho a no atender llamadas ni correos fuera de su horario laboral. La empresa debe desarrollar políticas internas que garanticen este derecho, evitando la hiperconectividad y el desgaste emocional.
Dotación de medios y gastos
La empresa debe facilitar al trabajador los recursos necesarios: ordenador, teléfono, conexión, escritorio, silla ergonómica… Además, debe asumir o compensar los gastos generados por el trabajo en remoto, como el consumo eléctrico o de internet.
Protección de datos y control empresarial
Es esencial establecer los límites del control empresarial sobre el rendimiento del trabajador y garantizar siempre la privacidad. También deben acordarse medidas de ciberseguridad para proteger los datos que se manejan desde fuera de la oficina.
Un contrato bien definido evita conflictos
La falta de claridad contractual puede desembocar en litigios. Así ocurrió con el caso Endesa, cuando el Tribunal Supremo anuló parte de su acuerdo de teletrabajo en marzo de 2025 por no cumplir con los requisitos legales. Una redacción ambigua puede dejar sin efecto medidas internas y dañar la confianza entre empresa y empleado.
El teletrabajo es una oportunidad para avanzar en conciliación, digitalización y eficiencia. Pero también implica un reto legal y organizativo. Apostar por una regulación clara y equilibrada no solo evita conflictos, sino que fortalece la cultura corporativa y la confianza mutua.