
Una guía pionera mejora la atención a personas mayores sordas en residencias
La CNSE presenta un manual de buenas prácticas para garantizar accesibilidad, dignidad y participación en entornos sociosanitarios
La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) ha presentado hoy, en la sede del IMSERSO, la “Guía de Buenas Prácticas en la Atención Sociosanitaria de Personas Mayores Sordas en Residencias”. Esta publicación pionera busca garantizar una atención accesible, digna e inclusiva para un colectivo históricamente invisibilizado.
Durante el acto, Roberto Suárez, presidente de la CNSE, destacó que esta guía es un acto de justicia social. “No piden compasión, sino dignidad, presencia y participación”, afirmó. Su intervención subrayó la urgencia de actuar ante el aislamiento que sufre la población mayor sorda en centros residenciales, donde muchas veces se enfrentan a barreras comunicativas que les privan de su identidad y participación.
Antonio Balbontín, secretario general del IMSERSO, y Francisca García Vizcaíno, directora de Desarrollo Interno de Fundación ONCE, acompañaron a Suárez en la presentación. Todos coincidieron en la necesidad de transformar los modelos de atención para respetar la diversidad y los derechos fundamentales de las personas mayores sordas.
Recomendaciones concretas para residencias
La guía recoge medidas como la formación del personal en lengua de signos, el uso de intérpretes y mediadores, la implementación de sistemas de alarma visual, y la creación de entornos adaptados para el contacto visual. También promueve la participación activa mediante actividades inclusivas y la vinculación con asociaciones de personas sordas.
Este recurso se alinea con el Real Decreto 674/2023, que impulsa un modelo de atención centrado en la persona y reconoce la necesidad de accesibilidad universal en servicios sociales y sanitarios.
Testimonios que visibilizan una realidad silenciada
La elaboración de la guía contó con la participación directa de personas mayores sordas, cuyos testimonios reflejan el deseo de ser vistas, escuchadas y valoradas. “Una persona sorda no deja de serlo al envejecer, pero muchas veces se vuelve invisible en una residencia”, afirmó Susana Obiang, responsable técnica del proyecto.
El evento concluyó con un diálogo con mayores sordos, quienes consideran esta guía una herramienta transformadora. “Reconoce la diferencia y la convierte en un valor para construir una sociedad más justa e inclusiva”, declararon.