Por Cristina, madre de Sara
Me llamo Cristina y soy madre de Sara, una joven de 26 años que necesita apoyos específicos en algunas áreas de su vida. Nuestra historia es la de muchas familias que, desde el amor, la intuición y la lucha constante, han ido abriendo caminos donde antes solo había incertidumbre.
Sara nació pequeñita, con apenas dos kilos y medio. Desde el principio algo en mí intuía que no todo marchaba bien. Sin embargo, cada visita al pediatra venía acompañada de palabras tranquilizadoras, de esas que calman en la superficie pero no en el fondo. Yo seguía sintiendo que había algo más.
El tiempo pasó, y un día decidí acudir a Atención Temprana. Allí, por fin, pusieron nombre a esa inquietud que llevaba tanto tiempo acompañándome: retraso madurativo. Fue entonces cuando realmente comenzó nuestro camino. Un camino lleno de retos, pero también de esperanza. Nos volcamos en buscar especialistas, recursos, apoyos. Viajamos por distintos puntos de España, siempre con un mismo objetivo: que Sara tuviera las oportunidades que necesitaba para desarrollarse.
Fueron años intensos, de mucha lucha… pero también de muchos logros. Sara consiguió completar un ciclo formativo de Grado Básico, un hito que celebramos como un triunfo colectivo. Pero al terminar, todo se detuvo. Ya no había recursos adaptados que le permitieran seguir creciendo. Y como madre, tenía claro que no quería que su vida se limitara a un centro. Quería que siguiera aprendiendo, formándose, viviendo de manera activa. Como cualquier otra persona.
Fue entonces cuando otra madre me habló de Fundatul, y por primera vez en mucho tiempo sentí que teníamos una opción real. Un lugar donde Sara podía continuar su proceso en espacios inclusivos y normalizados, con apoyos concretos para aprender a utilizar el transporte público, gestionar su dinero, expresar emociones o disfrutar de un grupo de amistades.
Ese acompañamiento marcó un antes y un después. Hoy, Sara tiene un empleo, se desplaza sola, toma decisiones por sí misma. Ha ganado en autonomía, en confianza, en alegría. Cosas que antes le generaban miedo hoy las afronta con determinación. Y yo, como madre, solo puedo dar gracias.
Cada pequeño paso que da es un logro inmenso. Verla ahora tan viva, tan capaz, me emociona profundamente. Seguimos caminando, claro que sí, pero ahora con otra mirada: la suya. Porque Sara también quiere una vida plena. Y porque se la merece.
Sobre Fundatul
FUNDATUL, Fundación de Apoyo y Asistencia Personal, lleva desde 1997 realizando actividades dirigidas a promover la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de su vida.
La misión de FUNDATUL es ser depositaria de todos y cada uno de los derechos de las personas con discapacidad que les son encomendadas.
Para más información, puede visitar www.fundatul.org y nuestras redes sociales Telefono: 952785409
Email: info@fundatul.org