
Cómo TRC refuerza la defensa de España con tecnología propia en Guerra Electrónica
Ejército, Armada e industria coinciden en que dominar el espectro electromagnético es clave para la seguridad nacional, y TRC lidera con soluciones desarrolladas en España.
La empresa tecnológica TRC ha reunido a altos mandos del Ejército de Tierra y la Armada para abordar el papel crucial de la Guerra Electrónica en la defensa de España, apostando por tecnología nacional desarrollada desde cero para garantizar la soberanía operativa y estratégica del país.
La jornada, organizada por TRC, dejó claro que la Guerra Electrónica (EW) ha pasado de ser un apoyo táctico a convertirse en un pilar central de la defensa moderna. En un entorno donde las amenazas ya no solo se presentan físicamente, sino también a través de señales invisibles, controlar el espectro electromagnético es esencial para garantizar el mando y la superioridad frente al enemigo.
Una capacidad clave en manos españolas
El CEO de TRC, Alfredo Estirado, y la coronel Isabel María Montalbán, jefa del Regimiento de Guerra Electrónica nº 31 del Ejército de Tierra, abrieron el acto destacando el momento estratégico que vive el sector. Estirado afirmó que “sin control del espectro, no hay capacidad de mando”, mientras que la coronel Montalbán subrayó la necesidad de fortalecer las capacidades nacionales, alineadas con la estrategia europea de autonomía tecnológica.
El Ejército de Tierra y la Armada coincidieron en que la Guerra Electrónica ya es un entorno de combate activo, donde todo está sensorizado, conectado y expuesto. “Quien domina el espectro, domina el entorno”, señaló el teniente coronel Jesús Rodríguez Olmedo, mientras que el capitán de corbeta Carlos León Dupuy explicó que “la Armada vive de las señales; si no las controlas, no sobrevives”.
Nuevas amenazas requieren nuevas soluciones
La jornada sirvió también para analizar amenazas emergentes como drones sin firma emisora y ataques invisibles. TRC apuesta por herramientas que interpreten patrones y señales, anticipándose al riesgo. Paula Martín, directora de Producto, explicó que “ya no basta con integrar tecnología extranjera; hay que desarrollar soluciones propias con talento nacional”.
Un ejemplo es la herramienta de mando y control específica para EW, que TRC ha desarrollado junto al Ejército durante los últimos tres años. “Nuestra tecnología ya está desplegada en entornos reales”, afirmó Martín, reivindicando la utilidad inmediata y la alineación con los ritmos y retos del país.
Visión industrial conjunta y soberanía tecnológica
La jornada concluyó con una visión de colaboración: combinar conocimiento de grandes y pequeñas empresas, sumar capacidades y ofrecer soluciones modulares, gestionadas con visión estratégica. Estirado insistió en que “la industria española debe dejar de reinventar la rueda”, y apostar por soberanía, agilidad y colaboración público-privada real.
Las Fuerzas Armadas, por su parte, recordaron que existe un Plan Director de Sistemas de Guerra Electrónica que marca las líneas a seguir, pero que solo será eficaz si se traduce en tecnología tangible, interoperabilidad y coordinación entre actores.
En una guerra donde las señales sustituyen a los disparos, España se posiciona para responder desde el conocimiento, la estrategia y la innovación nacional.