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La gestión de redes sociales: mucho más que publicar

Cada vez más empresas se dan cuenta de que llevar las redes sociales no va solo de subir fotos bonitas ni de cumplir con el calendario de publicaciones. La gestión real de redes sociales es mucho más profunda: implica estrategia, conocimiento de marca, empatía con la audiencia y una lectura afinada de lo que se quiere decir… y cómo se quiere decir.

Antes de pensar en el diseño, toca preguntarse: ¿qué objetivo tiene nuestra presencia digital? ¿Queremos visibilidad, posicionamiento, comunidad o directamente ventas? Marcar el rumbo es esencial. Sin una estrategia clara, cualquier publicación se convierte en un disparo al aire. Pongamos un ejemplo: una clínica dental puede ofrecer contenido educativo explicando cómo prevenir una caries, también emocional mostrando testimonios de pacientes, y al mismo tiempo reforzar su autoridad con certificaciones y casos de éxito. Todo, dentro de una línea coherente con su propósito.

Pero no todo se queda en el mensaje. Lo importante también es a quién va dirigido. No basta con saber si tu público tiene entre 30 y 50 años o vive en Sevilla. Hay que ir más allá. ¿Qué le inquieta? ¿Qué necesita realmente? ¿Cómo piensa? Una empresa de reformas no vende solo una obra bien hecha; vende orden, tranquilidad, la seguridad de que todo saldrá bien. Y eso hay que saber comunicarlo. No todos los que te siguen serán clientes, pero todos los que te vean deben entender qué representa tu marca.

El tono también importa. Mucho. Es tan importante como el logotipo o la web. No habla igual una tienda de ropa deportiva juvenil que una marca de cosmética natural. Definir si se habla de tú o de usted, si se usa un lenguaje técnico o cercano, si se es más emocional o más provocador, es clave para posicionarse y conectar.

El contenido debe ir más allá de “rellenar el feed”. Tiene que aportar valor. Ya sea informando, emocionando o entreteniendo. Si un gimnasio publica ejercicios, pero además da consejos para quienes tienen poco tiempo o motivación, esa publicación tendrá un impacto real. Y eso es lo que hace que el usuario se detenga al pasar el dedo por la pantalla.

La identidad visual también construye marca. Los colores, los diseños, la forma de mostrar los productos o servicios y, sobre todo, la constancia. Publicar con frecuencia, con un ritmo reconocible, es tan importante como el contenido en sí. No se trata de tener el perfil más bonito, sino uno que sea identificable y coherente con lo que se quiere transmitir.

Y por último, medir. Porque de poco sirve publicar si no sabemos qué funciona. No todo se resume en likes. Lo importante es qué se guarda, qué se comparte, qué genera conversación o llama la atención. Esa es la brújula que indica por dónde ir.

Las marcas que comprenden esto no solo crecen. Se posicionan. Se vuelven referentes. Y, sobre todo, dejan huella.

Este artículo pertenece a la edición de agosto de PYMES Magazine. (Lee la revista completa aquí)

** Las opiniones expresadas en los artículos de ‘Voces de Experto’ en PYMES Magazine son de exclusiva responsabilidad de sus autores, no comprometiendo la postura editorial de la revista.

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