
Hacienda retrasa Verifactu a 2027 y da un respiro a empresas y autónomos
El Gobierno aplaza la obligación de utilizar sistemas informáticos de facturación y amplía los plazos para garantizar una implantación más ordenada en todo el tejido empresarial.
El Ejecutivo ha aprobado un Real Decreto-ley que confirma el retraso de Verifactu a 2027. La medida afecta a empresas y autónomos de todo el país, que dispondrán de más margen para adaptar sus sistemas informáticos de facturación. El cambio responde a la necesidad de asegurar una implantación homogénea y a las dudas generadas por la complejidad de la normativa.
Hacienda confirma el aplazamiento de Verifactu
El Gobierno ha dado un respiro a empresas y autónomos tras anunciar el retraso de Verifactu a 2027. Esta obligación exigía utilizar sistemas informáticos capaces de remitir las facturas directamente a Hacienda. La normativa formaba parte de la Ley contra el fraude fiscal de 2021, diseñada para evitar la contabilidad paralela y garantizar que las facturas no pudieran modificarse una vez emitidas.
Nuevos plazos para empresas y autónomos
Hasta ahora, las empresas con una facturación inferior a seis millones de euros debían cumplir con esta obligación el 1 de enero de 2026. Los autónomos tenían como fecha límite el 1 de julio del mismo año. Con el retraso, ambos colectivos pasan a 2027: las empresas al 1 de enero y los autónomos al 1 de julio.
El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-ley con esta modificación. Hacienda sostiene que la extensión del plazo responde a la necesaria adecuación de los sistemas informáticos y a la importancia de garantizar una implantación ordenada y homogénea.
Un sistema diseñado para evitar el fraude
Verifactu exige el uso de un Sistema Informático de Facturación (SIF) que impide la alteración de datos y evita la contabilidad B. Además, estos programas deben estar conectados con la Agencia Tributaria para enviar las facturas prácticamente en tiempo real. Aunque el envío inmediato no era obligatorio, Hacienda ya había advertido que vigilaría especialmente a quienes no compartieran la información.
Las sanciones por incumplimiento alcanzaban los 50.000 euros. Esto generaba una fuerte preocupación entre miles de profesionales.
Dudas generalizadas entre pymes y autónomos
La nueva obligación provocó numerosas dudas entre pequeños empresarios y autónomos. Muchos desconocían si sus programas actuales eran válidos o si podían seguir utilizando Excel, Word o incluso la facturación manual. Hacienda aclaró que quienes emitieran todas sus facturas a mano quedaban fuera de Verifactu, pero si utilizaban un programa informático, aunque fuera puntualmente, debían adaptarse.
Respecto a Excel y Word, la Agencia Tributaria distinguía si estos programas procesaban o no los datos. Si no lo hacían, no estaban obligados a Verifactu. En cambio, si procesaban la información, debían ajustarse a la normativa.
La petición de una herramienta gratuita
Muchos autónomos solicitaron una aplicación gratuita para evitar costes adicionales. Hacienda habilitó una herramienta online para quienes emitieran pocas facturas al año. Sin embargo, su uso obligaba a compartir de forma inmediata la información con el fisco.
Un retraso que ya es el segundo
Este es el segundo retraso de Verifactu. La primera fecha prevista era el 1 de julio de 2025. Tras recibir más de 200 páginas de alegaciones, el Gobierno pospuso la entrada en vigor a 2026. Ahora, la obligación se desplaza a 2027, coincidiendo con la exigencia de emitir todas las facturas en formato digital, también retrasada a ese mismo año.
Valoraciones de las organizaciones empresariales
Cepyme, ATA y CEAJE valoran positivamente el retraso de Verifactu a 2027, ya que ofrece mayor margen de adaptación. Sin embargo, UPTA y UATAE critican la falta de estabilidad normativa y consideran que los cambios generan desconfianza e inseguridad jurídica.
