
Verifactu se retrasa a 2027, pero las empresas deben mantener sus planes de implantación, según B2Brouter
El CEO de B2Brouter, Oriol Bausà, advierte que el aplazamiento no debe interpretarse como una pausa, sino como una oportunidad para preparar la transición sin prisas.
El anuncio oficial de que Verifactu se retrasa a 2027 ha generado dudas entre empresas, autónomos y pymes. Sin embargo, según explica Oriol Bausà, CEO de B2Brouter, este aplazamiento no altera los requisitos técnicos ni el rumbo hacia un modelo de facturación más seguro, trazable y estandarizado.
Tal como recoge el documento , Bausà subraya que lo único que cambia es el calendario, no el objetivo ni las obligaciones para proveedores de software y usuarios.
“No se detengan: detener un proyecto es volver a empezar”
El CEO insiste en que las empresas deben mantener sus planes de implantación activos. Para quienes ya estaban avanzando en la transición, detener el proceso supondría “volver a empezar meses después”, perdiendo impulso y generando más dificultades.
El directivo recomienda continuar con la preparación técnica y organizativa, incluso sin la presión de una fecha inmediata.
Los requisitos técnicos siguen vigentes
El aplazamiento no conlleva nuevos detalles ni cambios normativos adicionales. Los requisitos técnicos de Verifactu permanecen intactos y, además, los proveedores de software deben cumplirlos desde julio de 2025, una fecha que no se ha modificado.
Por ello, cualquier empresa que inicie o mantenga la adopción de su sistema de facturación actual estará alineada con la normativa.
Usar Verifactu antes de que sea obligatorio
Bausà aconseja que los usuarios empiecen a utilizar herramientas compatibles con Verifactu, aunque su activación sea opcional por ahora. Esto les permitirá ganar experiencia y operar desde el primer día en un entorno que ya cumple con la Ley Antifraude.
Impacto nulo en las empresas que ya se han adaptado
Las compañías que han ajustado sus procesos internos no necesitan realizar cambios adicionales.
El CEO recalca que seguir activamente con Verifactu evitará “sorpresas desagradables en el futuro” y permitirá trabajar con más seguridad, sin la presión de posibles sanciones cuando llegue la obligatoriedad.
Una oportunidad para evitar colapsos y prisas de última hora
El documento recuerda que los meses previos al anterior plazo límite estuvieron marcados por estrés, cuellos de botella y proyectos que casi no llegaron a tiempo.
La prórroga hasta enero de 2027 debe aprovecharse para completar la transición con calma y evitar repetir esos escenarios. No obstante, Bausà advierte: “Esta prórroga no debe convertirse en una invitación a procrastinar”.
