El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La primera vez se celebró en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, hasta que finalmente la ONU declaró en 1975 que se celebraría el Año Internacional de la Mujer. Desde entonces se han conseguido muchos logros, pero aún queda mucho por hacer. MUCHO.
El pasado año se convocó la Primera Huelga Feminista en España. Y las mujeres (y muchos hombres) no fallaron. Se echaron a las calles para luchar por la igualdad. Fue un 8 de marzo para la historia donde quedó claro el rechazo al machismo y a la brecha salarial. Según los sindicatos fueron 5,3 millones de personas las que se movilizaron el pasado 8 de marzo en España. Más de 120.000 personas acudieron a la manifestación feminista que se organizó en Sevilla. Al grito de “Sevilla será la tumba del machismo” fueron muchas las personas de todas las edades que salieron de casa para luchar por la igualdad.
Aunque se vendió como algo novedoso y primerizo, la primera Huelga Feminista fue en octubre de 1975 en Islandia. Se estima que hasta el 90 por ciento secundó la convocatoria y lograron parar el país. Las mujeres aquel día dejaron sus trabajos y labores domésticas para defender la igualdad de género. ¿Y sirvió para algo? Pues 5 Años después, en noviembre de 1980, una de las mujeres que había salido a manifestarse por las calles de Reikiavik, Vigdis Finnbogadóttir se convirtió en la primera mujer presidenta en Europa. Este cargo lo ejerció durante 16 años y, además, fue la primera jefa de Estado del mundo elegida democráticamente.
Aún muchas personas se cuestionan la necesidad de este día, del movimiento feminista y de la huelga. Pues, lamentablemente, existen muchos motivos. Uno de los principales es la brecha salarial y el techo de cristal. Y es que pese a que el 51% de la población española está compuesto por mujeres sólo el 2% de la Presidencia de las Cámaras de Comercio son mujeres, o el 24% de los Consejeros del Ibex, lo que supone un total de 35 mujeres. Esto demuestra que el techo de cristal no es un bulo. De hecho, en puestos directivos el 69% son hombres.
Pero sin lugar a dudas el aspecto más preocupante es la violencia sobre las mujeres. La violencia de género es un tema que, por desgracia, continúa siendo muy actual. Además, afecta a todos los sectores de la sociedad y en cada rincón del mundo. Los datos continúan siendo preocupantes. El Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género aporta datos significativos sobre la materia. Por ejemplo, durante los últimos 10 años se han registrado más de 600.000 llamadas al 016. Asimismo se han presentado más de un millón 200 mil denuncias por violencia de género.
También es significativo que más de 320.000 mujeres han recibido orden de protección. Sin embargo, aunque parece que estos recursos son usados por las víctimas, han asesinado a más de 600 mujeres en los últimos 10 años. Esto refleja que algo está fallando en el sistema y en la sociedad. La violencia de género afecta a toda la sociedad, el único requisito para sufrirla es ser mujer. No hay un perfil concreto de víctimas de violencia de género. No lo hay.
Es por ello que el papel de las asociaciones y otras entidades destinadas a ayudar a mujeres víctimas de violencia de género y sexual como AMUVI es de vital importancia. Sin pedir nada a cambio, muchas personas ayudan a mujeres que necesitan apoyo para afrontar una separación, ruptura, o simplemente recomponer su vida. Las acompañan al juzgado, al médico, al abogado,… También organizan convivencias para que se conozcan entre ellas y sus hijos y creen nuevos vínculos que las hagan aún más fuertes. Su comportamiento explica a la perfección la sororidad (solidaridad entre mujeres en un contexto de discriminación). Aún queda mucho por hacer en materia de igualdad y contra la violencia machista, pero entre todos se puede ayudar a mejorar esta situación.
Pero no todo es negativo en nuestra sociedad. Además de la implicación de muchas personas en este ámbito también marcas como el gigante Disney se implica poco a poco en la divulgación del feminismo. De hecho el enfoque de sus películas está en continua evolución con algunas cintas lideradas por princesas como Elsa, Moana y Mérida se alejan de los estereotipos de princesas que necesitan ser rescatadas.
Es cierto que hay muchas mujeres emprendedoras, directivas y que ocupan puestos de responsabilidad. Pero el porcentaje aún se aleja mucho de un número semejante al de los hombres en esta posición. Un año después se continúa exigiendo medidas igualitarias que refuercen la figura de la mujer en el sector empresarial.