El 17 de junio se celebra el Día Mundial de la Tapa, algo muy típico en nuestro país y, sobre todo, en nuestra ciudad. Irse de tapas es algo más que salir a comer, es desconectar, es pasar un buen rato disfrutando de la gastronomía y de la compañía. Además, por suerte para nosotros vivimos en una ciudad que no solo ofrece tapas, sino que fomenta esta tradición. Por eso cada año se celebra en la capital y prácticamente en todos los municipios sevillanos alguna ruta o feria de la tapa. Nosotros hoy os proponemos una ruta por algunos de los bares más populares y valorados de la ciudad para tapear.
Blanco Cerrillo
Es uno de esos bares de toda la vida. En uno de esos en los que los camareros llevan toda la vida trabajando allí y sabes que vas a comer bien. No puedes irte de Sevilla sin probar su pescaíto frito, sobre todo el adobo de Blanco Cerrillo. Dicen que ellos inventaron el marketing olfativo, y no me extrañaría porque el olor que deja al pasar cerca de la calle Tetuán te invita a pasar directamente y pedir 15 platos de adobo.
Bodeguita Antonio Romero
Hasta tres locales tienes para disfrutar de uno de los bares más populares de la capital. No es fácil encontrar hueco para comer pero cuando lo encuentras…. ¡menudo festín! Aquí tienes que pedir sí o sí un montadito piripi y probar la tortilla de patatas, no te arrepentirás.
El Rinconcillo
Es el bar más antiguo de la ciudad. Es uno de esos bares en los que el camarero te apunta la cuenta con una tiza en la barra. Desde 1670 hasta hoy, miles de personas se dejan cautivar por este singular rincón del centro de Sevilla. Sus tapas ofrecen un viaje en el tiempo que maravilla a visitantes de todo el mundo. Su carta capta la esencia de la cocina tradicional andaluza-mozárabe.
Casa Ricardo
Otro de los grandes bares de la ciudad. Tampoco es sencillo encontrar hueco para comer, pero insiste y espera, que sus croquetas son de los mejor de la ciudad. Un negocio que funciona desde 1898 hasta que en 1985 se traspasó al actual dueño Ricardo Núñez, con el que el negocio ya pasó a adquirir su nombre. Es uno de los bares más cofrades de la ciudad. En la actualidad Casa Ricardo está completamente renovada, y se adorna con numerosísimas fotografías de personajes y temas cofradieros, y su ambiente evoca constantemente a la Semana Santa, con fondos musicales de marchas procesionales, videos de cofradías y la popular pizarra en que se van anotando todo el año los Días que Faltan para que la primera esté en la Campana.
Las Columnas
Muy cerca de la Catedral, justo donde comienza el barrio de Santa Cruz, encontramos esta bodega, que prácticamente a cualquier hora del día tiene clientes. Por algo será. Cuentan con una carta plagada de delicias, pero no olvides de probar su popular pringá o las tortillitas de bacalao.