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En el año 2024, Andalucía experimentó un saldo positivo de 81 empresas que trasladaron su sede social a la comunidad, según datos de Informa D&B. Este balance se obtiene de la diferencia entre las 206 empresas que establecieron su sede en Andalucía y las 125 que la trasladaron a otras regiones.
A nivel nacional, Madrid continúa siendo la principal receptora de sedes sociales, con un saldo positivo de 1.048 empresas en 2024. Por el contrario, Cataluña y la Comunidad Valenciana registraron saldos negativos, con -1.024 y -123 empresas, respectivamente.
Es importante destacar que el traslado de la sede social no implica necesariamente el movimiento de centros de producción, sino que suele reflejar un cambio en la ubicación de los principales cuadros directivos o administrativos. Este tipo de decisiones tiene un impacto simbólico y, en menor medida, fiscal, especialmente en lo referente al Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que perciben las corporaciones locales.
A lo largo de la última década, Andalucía ha mostrado una tendencia neutra en cuanto al traslado de sedes sociales, con años de saldos positivos y otros de saldos negativos. Esta variabilidad responde a múltiples factores que influyen en las decisiones empresariales. En contraste, Madrid ha consolidado su posición como centro neurálgico empresarial, acumulando un saldo positivo de 5.556 empresas desde 2015.
El fenómeno de los traslados de sedes sociales cobró especial relevancia durante el ‘procés’ catalán, cuando numerosas empresas decidieron reubicar sus sedes fuera de Cataluña. Estas decisiones buscan, entre otros objetivos, transmitir a clientes y proveedores una imagen de estabilidad y definir claramente el territorio de referencia de sus operaciones.
En resumen, el saldo positivo de 81 empresas en 2024 refuerza la posición de Andalucía en el mapa empresarial español, aunque la comunidad aún enfrenta desafíos para atraer y retener sedes sociales en comparación con otras regiones como Madrid.