Andalucía termina 2024 con más de 550.000 empresas activas, proyectando riqueza y empleo a nivel local e internacional

¿Qué resumen haría del 2024 para el tejido empresarial andaluz?

El resumen deja titulares positivos: cerraremos 2024 con más de 550.000 empresas creando actividad y empleo, fijando riqueza en nuestro territorio y proyectando nuestra imagen y valores fuera de nuestras fronteras.

El año que termina ha ido mejorando los pronósticos iniciales y eso ha aumentado la confianza empresarial, que se ha mantenido en línea ascendente, a pesar del escenario convulso y no exento de riesgos del panorama internacional en el que se trabaja. 

La tasa de creación de empresas en Andalucía sigue siendo positiva y en torno a 7´5% de la población andaluza en edad de trabajar se encuentra implicada directamente en el desarrollo de una iniciativa empresarial.

Otro dato positivo que nos gusta resaltar es que viene ganando peso la participación de la mujer: desde el punto de vista del impacto del empleo sigue evolucionando a ritmos mayores que la propia actividad empresarial, dando lugar a un paulatino crecimiento de la plantilla media de las empresas andaluzas. 

En la misma línea, continúa al alza el protagonismo de afiliación de autónomos, que, en nuestra Comunidad Autónoma lidera los registros nacionales y además se sitúa en máximos.

Por tanto, podemos decir que 2024 ha sido un año positivo que nos da fuerzas para arrancar un 2025 con optimismo.

¿Cuáles han sido las principales acciones llevadas a cabo por CEA este año?

Es complicado elegir, porque ha sido un año especialmente activo dado que, a la celebración de nuestro 45 aniversario, se ha unido una intensa actividad en la defensa y promoción de los intereses de las empresas andaluzas. 

Precisamente comenzaría destacando todo lo que hemos desarrollado en defensa de los intereses empresariales, enfatizando en el intenso esfuerzo realizado para el avance de los trabajos de las distintas mesas creadas en el marco del Dialogo Social. Potenciamos medidas en materia de industria, de minería, de infraestructuras… y muchos otros sectores claves en la economía de Andalucía.

A su vez, hemos intervenido e influido en la negociación de casi una decena de proyectos normativos que está impulsando el Gobierno de la Junta de Andalucía y que tienen consecuencias importantes para las empresas.

Este año también ha visto la luz el tercer Decreto Ley de Simplificación Administrativa, fruto de todo el trabajo desarrollado durante 2023, y que ha supuesto un importante impulso a la labor de mejora de la regulación que CEA viene reiterando. 

Desde el punto de vista formativo hemos organizado numerosas actividades con una indudable trascendencia para nuestra base asociativa, pues hemos tratado temas de interés como ayudas y subvenciones y también cuestiones relacionadas con recursos humanos y prevención de riesgos laborales, por poner sólo algunos ejemplos.

Los jóvenes andaluces y la formación son uno de los ámbitos de atención de CEA, y hemos vuelto a demostrar la implicación de la organización a través de la firma del protocolo para la FP Dual, que es marco de jornadas y actividades para implicar a la empresa en este nuevo modelo.

En el orden interno, hemos puesto el foco en la mejora de la gobernanza, de la transparencia y en la modernización de la organización. Nos hemos dotado de un Plan de Igualdad, un Plan de Prevención de Acosos y hemos modernizado los sistemas y equipamientos para conseguir dar un mejor servicio a nuestros asociados.

Por último, me gustaría comentar que estamos consiguiendo consolidar el Día de la Empresa, que se celebra cada año el 28 de octubre, una efeméride que aprovechamos para trasmitir al conjunto de la sociedad las sensibilidades de la empresa andaluza.

¿Qué impacto han tenido los cambios económicos globales y nacionales en las empresas andaluzas? 

Si hay algo que resaltar, es la inmensa capacidad de adaptación de las empresas andaluzas. Ante un entorno económico y geopolítico en constante cambio, no sólo se han mantenido estables, sino que están aprovechando las oportunidades de internacionalización y diversificando en mercados para mantenerse competitivas y, es más, continúan en la senda de mejora de volumen de exportaciones.

No obstante, la caída del régimen sirio y la continuidad de la guerra de Gaza, afectan a las empresas andaluzas al aumentar la incertidumbre y por tanto, frenar la inversión.  Y en este punto, las pymes son las grandes sufridoras, pues tienen menor capacidad de respuesta. Sin embargo, Andalucía sigue siendo atractiva para la inversión extranjera debido a su estabilidad y competitividad.

Por otra parte, el acuerdo UE-Mercosur presenta tanto oportunidades como problemas para sectores que son estratégicos para Andalucía, como es el sector agroalimentario. Las diferencias en regulaciones (laborales, ambientales, sociales…) de la producción podrían afectar gravemente a productos andaluces clave como el aceite de oliva, el arroz, el vacuno, los cereales y los cítricos. 

Tampoco ayuda el regreso de Trump y su política de “América Primero”, que desafía las exportaciones andaluzas, especialmente a productos agroalimentarios como el aceite de oliva y las aceitunas. En 2023, EE. UU. fue el quinto mercado de exportaciones para Andalucía, alcanzando 3.227 millones de euros.  Las empresas pueden mitigar estos efectos adversos adaptando sus estrategias y diversificando hacia otros mercados como China.  

¿Cómo define el papel de la Confederación en el apoyo y representación de los empresarios andaluces?

Con una sola palabra: imprescindible. Vivimos tiempos convulsos, con una gran inestabilidad, sobre todo a través de decisiones emanadas del Estado, con un profundo intervencionismo que ha hecho estallar el Diálogo Social en temas muy sensibles. La labor de las organizaciones empresariales es hoy más necesaria que nunca, por su aportación de argumentos y certezas en pro del aumento de la productividad y el bienestar, frente a la desinformación y los populismos que buscan demonizar a las empresas.

¿Qué logros destacaría de la CEA en términos de Diálogo Social y colaboración con las administraciones públicas?

Internamente siempre decimos que nuestro mayor logro es aquello que evitamos, es decir, la capacidad que tenemos de argumentar y encauzar determinados proyectos, regulaciones y planes, que se elaboran desde despachos administrativos y no tienen en cuenta la realidad empresarial del territorio andaluz. A partir de ahí, somos especialmente sensibles a aquellas cuestiones que afectan directamente a empresarios y autónomos, como puede ser el acuerdo en materia de Plan de Empleo Juvenil que trata de retener a los jóvenes en Andalucía generando oportunidades; la negociación para la concreción de nuevo modelo de FP Dual; el diseño de estrategias, como la cogobernanza de las políticas y programas de Turismo; la labor en prevención de riesgos laborales; la gestión e impulso de ayudas y subvenciones como las de Trade, comercio; o la mejora de la regulación jurídica, a través del Plan Andalucía Simplifica.

En materia de Diálogo Social, destacaría las negociaciones de leyes como las de Espacios Productivos, Universidades, Medio Ambiente, Andalucía Digital, Comercio, Turismo…

Y por supuesto, la aprobación de la Ley de Participación Institucional, que viene a dotar de transparencia, participación y seguridad jurídica los procesos. Andalucía era una de las tres Comunidades Autónomas que carecían de ella, 14 de las 17 existentes ya la tenían. Es una forma de reconocer derechos y deberes, y también de igualarnos a los demás territorios. 

¿Qué estrategias se han implementado para fortalecer la competitividad de las empresas andaluzas?

Fundamentalmente las derivadas del Diálogo Social que mantenemos con Junta de Andalucía y Sindicatos, así como las relativas a mejora de la regulación económica y simplificación administrativa.

¿Qué objetivos se marca CEA para 2025?

Nuestro principal objetivo es concluir los contenidos del acuerdo de Diálogo Social que firmamos en marzo del 23 con el Gobierno de la Junta de Andalucía y las Centrales Sindicales más representativas. Supone la hoja de ruta de nuestra actividad representativa.

Por otra parte, en el orden interno queremos culminar nuestro proceso de modernización y transformación digital que ya hemos iniciado y que esperamos consolidar en este período, tratando de generar una organización aún más conectada con su base asociativa y con la sociedad.

¿Qué proyectos considera clave para impulsar la economía andaluza el próximo año?

No quiero ser simplista en la respuesta, pero creo que ahora mismo el principal proyecto de Andalucía es la propia Andalucía. Me explico, cada avance está íntimamente ligado con otro. No podemos hablar de digitalización, si no hablamos de formación, si no hablamos de industrialización, si no hablamos de inversión en infraestructuras, si no hablamos de innovación, de energía renovables, de sostenibilidad… El bienestar está interconectado por lo que nuestro reto y nuestro proyecto debe ser Andalucía, con mayúsculas.

No obstante, por nombras algunas, podemos decir que consideramos de especial relevancia:

Inversiones en agua: La JA ha anunciado la primera Estrategia de Recursos Hídricos no Convencionales de Andalucía. El aprovechamiento de las aguas residuales es una medida positiva para reducir el déficit hídrico, especialmente en las zonas costeras de Andalucía. Sin embargo, es crucial no olvidar todas las opciones posibles para una gestión integral del agua: la construcción de presas y balsas, la mejora de la canalización y los sistemas de regadío, o el uso de plantas regeneradoras y desaladoras. Un enfoque diversificado y exhaustivo es esencial para garantizar la seguridad hídrica y la sostenibilidad a largo plazo.

Las exportaciones de servicios no turísticos en provincias cómo Málaga o Sevilla, son servicios que las empresas andaluzas ofrecen a otros países en áreas como las tecnologías de la información y la comunicación (digitalización, ciberseguridad…), servicios profesionales (abogacía, ingeniería, arquitectura…) y actividades de mayor valor añadido relacionadas con el diseño de ciertos productos como en el sector aeronáutico.

Por supuesto, es igualmente importantes el proyecto de Hidrógeno en Huelva y en el Campo de Gibraltar, o lo que concierne a la reindustrialización de Andalucía hacia una transición justa. 

¿Cómo trabajará CEA en 2025 para abordar desafíos como la sostenibilidad, la digitalización y la internacionalización?

Con intensidad y rigor, fomentando siempre la trasparencia y la participación de nuestra base asociativa. Uno de nuestros puntos fuertes es, precisamente, esa capacidad de representar a todos los territorios y sectores de Andalucía a pesar de su inmensa amplitud. 

Creemos que es posible una sostenibilidad más activa en lo económico; una digitalización más universal, con una clara presencia de la inteligencia artificial; y un proceso continuo de internacionalización, que afortunadamente ya se va consolidando, como lo demuestran los datos de los últimos años.

¿Qué sectores considera fundamentales para el crecimiento de Andalucía en los próximos años? 

Andalucía debe desempeñar un rol clave en sectores fundamentales como el agroalimentario, las energías renovables, el hidrógeno verde, el aeronáutico, la minería, etc.

Junto a ello, y tras el despliegue de la generación de energías renovables, se nos abre otro gran reto: la atracción de industria que haga uso de esa energía. Creo que es un factor que debemos explotar al máximo, junto a todo el proceso de digitalización, que debe contribuir a incrementar nuestra competitividad.

En la misma línea, también debemos poner el foco en el sector formativo: en Andalucía tenemos una importante demanda de mano de obra cualificada, al mismo tiempo que un alto desempleo. El desafío es conectar el talento con las demandas empresariales. En ese contexto las empresas de formación, tanto las de formación reglada como las no regladas de formación para el empleo, la irrupción de las universidades privadas, y la generalización de la FP dual, con las dificultades que comporta, van a tener un protagonismo superlativo. 

¿Cómo ve el papel de Andalucía en el contexto nacional e internacional, y qué acciones impulsará la CEA para potenciarlo?

Este es un tema sobre el que siempre insistimos, Andalucía es un lugar idóneo para la inversión y es responsabilidad de todos trasladar ese mensaje. Si observamos la situación geopolítica seguimos siendo unos privilegiados, por la ausencia de conflictos bélicos, por la benignidad de nuestro clima, por nuestra base social, por nuestra riqueza natural, por ubicación geográfica (puerta de entrada y salida de Europa). El panorama internacional es convulso, el nacional está marcado por la incertidumbre, y ante ello, Andalucía se dibuja como un oasis de paz y estabilidad. Tenemos todo lo necesario para crecer de forma significativa, si somos capaces de consolidar este clima de confianza y de incremento de la inversión en nuestro territorio.

Eso sí, es imprescindible evitar la desigualdad y la falta de equidad respecto a otros territorios. Seguimos con una situación de infrafinanciación que nadie niega, pero nadie soluciona. A ello hay que unir el temor, más que fundado de que determinadas decisiones no sólo no quiebren esa desigualdad, sino que se hagan más patentes respecto a otros territorios. Asimismo, seguimos teniendo un amplio margen de mejora en nuestras infraestructuras, en la ejecución de fondos, en la simplificación de proyectos normativos, etc.

¿Qué mensaje enviaría a los empresarios andaluces para afrontar 2025 con optimismo? 

Como decía anteriormente, en Andalucía existe paz social y estabilidad institucional, se está generando empleo y aumentando la capacidad del consumo privado, tenemos una cartera de grandes proyectos de inversión en sectores claves como la energía, el agua o la minería. 

Es cierto que el entorno es hostil, pero pensamos que el 2025 andaluz aún va a gozar de cierta estabilidad, al menos en lo que tiene que ver con las políticas de la Junta de Andalucía, dado que se mantiene la mayoría absoluta parlamentaria. Es, por tanto, el momento de culminar y consolidar lo logrado, de seguir construyendo e invirtiendo.

Por tanto, las empresas debemos mirar este 2025 con optimismo, es buen momento para crecer, innovar y diversificar, así como para abordar desafíos que son oportunidades, como la digitalización o la transición verde, que aumentará nuestra competitividad a nivel global. 

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