Con la llegada de un nuevo año, muchas familias aprovechan esta oportunidad para reflexionar sobre lo aprendido en el año que acaba y establecer metas para el nuevo año. Para tu hij@ esta es una excelente ocasión para cultivar habilidades como la planificación, el compromiso y la autorreflexión. Sin embargo, establecer objetivos no siempre es fácil, especialmente para l@s más jóvenes, quienes pueden necesitar la orientación de sus padres y madres para que estas metas sean alcanzables y significativas.  

Por qué es importante aprender a establecer metas desde pequeñ@s

Cuando tu hij@ aprende a fijarse objetivos, está desarrollando habilidades tan importantes como la autodisciplina, la perseverancia y la capacidad para afrontar desafíos. Este proceso fortalece su autoestima y fomenta una mentalidad de crecimiento, es decir, la creencia de que pueden mejorar y aprender con esfuerzo y dedicación.

Por supuesto, la clave no está en fijar metas de manera aislada, sino en asegurarse de que sean realistas, positivas y alineadas con sus intereses y valores. Aquí es donde tu papel y orientación resultan esenciales. 

Consejos prácticos para ayudarles a establecer Objetivos

1. La importancia de soñar y reflexionar

Invita a tu hij@ a reflexionar sobre sus intereses y deseos. Una forma efectiva es dedicar un momento en familia para hablar de lo que les gustaría lograr en el próximo año.  

2. Ayúdales a establecer metas SMART

Específicos: En lugar de “hacer más deporte”, puede ser “salir a correr dos veces por semana”.

Medibles: Que puedan saber si han cumplido su meta o no.

Alcanzables: Adaptados a su edad y capacidades.

Relevantes: Que sean significativos para ellos.

Con un Tiempo límite: Establecer plazos razonables, como “en tres meses”.

Si tu hij@ es pequeñ@, simplifica este enfoque utilizando imágenes o dibujos para representar sus metas.

3. Balance entre metas personales y de bienestar general

Es importante que las metas no se limiten únicamente al ámbito académico, sino que también incluya objetivos de bienestar emocional, como practicar la gratitud, fortalecer amistades o dedicar tiempo a una nueva afición.  

4. Modelar el establecimiento de metas  

Tu hij@ aprende más con el ejemplo que con las palabras. Puedes compartir con él o ella tus propios propósitos y cómo planeas alcanzarlos. Incluso, podéis establecer una meta familiar, como realizar una actividad semanal junt@s, practicar senderismo o tener noches sin pantallas para reforzar los vínculos familiares.

5. Celebrar los logros, grandes y pequeños

Reconocer el progreso de tu hij@, aunque sea mínimo, refuerza su confianza y motivación. Esto les enseña que cada paso cuenta en el camino hacia sus metas.

Qué evitar al hablar de metas

– Evitar imponer objetivos: Aunque como padres y madres tenemos buenas intenciones, imponer metas que no reflejen los intereses o necesidades de tu hij@ puede generar resistencia o frustración. Escucha sus ideas y respeta su autonomía.

– No enfocarse solo en los resultados: En lugar de elogiar únicamente el éxito, valora el esfuerzo. Por ejemplo: “Estoy orgullos@ de cuánto te esforzaste para lograr esto” fomenta una mentalidad positiva frente a los desafíos.

– Evitar metas irreales o demasiado rígidas: Por ejemplo, pedir a un adolescente que obtenga siempre las mejores calificaciones puede generar una presión innecesaria. Ayúdales a fijar metas que sean exigentes, pero alcanzables.

Cómo Mantener el Impulso a lo Largo del Año

El entusiasmo del año nuevo puede desvanecerse con el tiempo, por lo que es importante encontrar maneras de mantener la motivación para ello es recomendable revisar las metas regularmente lo que nos ayudara también a ajustar objetivos o celebrar avances. Igualmente también debemos enseñarles que no pasa nada si las cosas no salen según lo planeado; las metas se pueden ajustar para adaptarse a las circunstancias.

El comienzo de un nuevo año es una oportunidad perfecta para reflexionar sobre lo aprendido y trazar metas para el futuro. Ayudar a tu hij@ a establecer objetivos anuales no solo le prepara para poder conseguirlos, sino que también fortalece su autoestima, enseña habilidades de vida valiosas y refuerza los lazos familiares. Aprovecha esta oportunidad para enseñarles que establecer metas es una forma de soñar, planificar y trabajar hacia un futuro mejor, siempre con equilibrio y bienestar.