
Ayuno pantalla fortalece tu salud mental
El cerebro humano está diseñado para procesar estímulos de forma gradual y pausada. Sin embargo, la exposición continua a pantallas digitales altera este ritmo natural, saturando los circuitos neuronales responsables de la atención y la regulación emocional. Notificaciones constantes, redes sociales y exceso de información incrementan la liberación de dopamina, el neurotransmisor del refuerzo inmediato, generando patrones de uso compulsivo similares a los observados en otras adicciones conductuales.
Desde la neurociencia, se sabe que este exceso de estimulación interfiere con la corteza prefrontal, región encargada del autocontrol y la toma de decisiones. Además, incrementa la actividad de la amígdala, estructura cerebral vinculada al estrés y la ansiedad. Como consecuencia, muchas personas experimentan dificultad para concentrarse, insomnio, irritabilidad y un estado de alerta permanente que agota los recursos cognitivos.
Por ello, te propongo un reto para que puedas crear nuevos hábitos sanos: incorporar días sin pantalla como estrategia de higiene cerebral. Al desconectar de los dispositivos digitales, el cerebro reduce la hiperactivación de los circuitos dopaminérgicos y recupera un estado de equilibrio neuroquímico. Esto permite que la mente descanse, favorece la atención sostenida y disminuye la sensación de urgencia que produce la hiperconectividad.
Durante estos periodos de desconexión, es importante realizar actividades que estimulen otras redes neuronales.
- Leer en papel activa áreas relacionadas con la memoria profunda.
- Caminar en entornos naturales incrementa la liberación de serotonina, fortaleciendo el estado de ánimo,
- Interacciones sociales cara a cara refuerzan la producción de oxitocina, hormona clave para la empatía y el vínculo afectivo.
- Reducir la exposición nocturna a la luz azul de las pantallas regula la secreción de melatonina, esencial para un sueño reparador.
Dormir bien fortalece la plasticidad cerebral, optimiza la consolidación de recuerdos y reduce la reactividad emocional, generando un impacto positivo en la salud mental a largo plazo.
No se trata de quitar la tecnología, sino de devolver al cerebro tiempos de pausa y regeneración. Comenzar con unas horas semanales sin pantallas puede generar notables cambios en el bienestar cognitivo y emocional.
Una cosa es saberlo otra llevarlo a la práctica.
¿Comenzamos?
“Un respiro sin pantallas restaura la química cerebral, fortalece la atención y calma la mente.” – KBorrás
Este artículo pertenece a la edición de agosto de PYMES Magazine. (Lee la revista completa aquí)
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