Cambios en las finanzas personales de los emprendedores

Este año arranca una nueva etapa en las finanzas personales de los emprendedores autónomos, que empezarán a cotizar a la Seguridad Social en función de sus ingresos. Para ello deberán tener en cuenta en su facturación en 2023 y aplicar una fórmula que establecerá cuánto han de cotizar según unas cuotas preestablecidas.

Es un gran cambio, aunque con un impacto relativo en el corto plazo, ya que será un proceso gradual y de momento se cotizará por una parte de los ingresos reales que irá creciendo en 10 años. Ahora, los emprendedores cuyos ingresos netos (con un 7% de descuento) no superen los 1.700 euros mensuales cotizarán lo mismo o por debajo de los 294 euros de 2022, con una cuota máxima de 500 euros al mes para ingresos superiores a 6.000 euros mensuales. 

El emprendedor es, por definición, flexible, ya que ha de afrontar los cambios normativos, económicos e, incluso, personales de forma más radical que los asalariados. Una flexibilidad que exige una mentalidad previsora y una estructuración de las finanzas de forma profesionalizada, manteniendo colchones de tesorería para hacer frente al día a día del negocio, pero también con remanentes para inversiones a medio o largo plazo con objeto de que su actividad esté perfectamente engrasada.

Una manera de actuar que los emprendedores suelen trasladar a sus cuentas personales. No obstante, es importante diferenciar bien las finanzas de sus negocios de las de la vida privada, con murallas chinas que eviten que los vaivenes de su actividad afecten su patrimonio. O, al menos, que lo hagan de una manera controlada. Pero también, al igual que en su negocio, han de prever sus necesidades vitales a corto, medio y largo plazo. Y, como en su actividad profesional, deben guardar dinero para afrontar cada etapa de su vida con la mayor holgura posible.

Así, el ahorro personal ha de estar entre las prioridades financieras de los emprendedores. Un ahorro que se consigue con la automatización de las aportaciones ―a poder ser con una periodicidad mensual― y que se invierte también de forma profesionalizada. En función del destino que vayamos a dar a los fondos ―a corto, medio y largo plazo― se deberán elegir activos financieros que aporten más o menos liquidez y, por consiguiente, mayor o menor rentabilidad. Y siempre de forma diversificada.

Este enero ha tocado echar cuentas para conocer el impacto económico que supondrá la reforma del Reta (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). Es un buen momento para recordar la importancia de los ahorros entre un colectivo cuya pensión pública es inferior a la media. Cada uno, en función de sus posibilidades, deberá reflexionar sobre cuánto deberá destinar a su futuro y apoyarse en el consejo de profesionales para una gestión lo más profesionalizada posible de sus ahorros. Igual que en sus negocios.

Comparte esta noticia:

NOTICIAS RELACIONADAS