La piel es diferente según la estación del año, por ello, los cuidados faciales deben adaptarse a la época en la que nos encontremos. 

De manera general podríamos decir que en primavera, debido a los cambios ambientales (calor durante el día, bajada brusca de temperatura, brisas, lluvias, etc) la piel intenta adaptarse a ellos lo que supone la aparición del llamado estrés cutáneo y por ello, lo mejor será buscar su revitalización.

¿Cuáles son los posibles cambios que pueden darse en la piel cuando llega el buen tiempo?

La primavera llegó hace un par de meses y se dice de ella que la sangre altera y sí, también altera la piel. Los cambio más habituales en estas fechas son:

• La piel se vuelve más grasa debido al aumento de las temperaturas y de la humedad lo que a su vez, aumenta la secreción sebácea y la aparición de impurezas, especialmente en pieles mixtas y grasas. 
• Aumentan las dermatitis y alergias cutáneas que elevan el nivel de histamina lo que produce reacciones del tejido tanto si se usan como si no cosméticos. El esfuerzo del sistema inmunitario por protegernos de lo que supone como nocivo, desata una reacción en cadena en zonas como ojos, garganta, piel o pulmones.
• El daño solar es más frecuente en estas fechas. Esto se debe a que, en las primeras exposiciones solares, la piel está más sensibilizada. El sol es indispensable para la vida pero la exposición en exceso puede ocasionar quemaduras y deshidratación a corto plazo y envejecimiento prematuro, manchas e incluso aparición de cáncer a largo plazo.

¿Conoces la cosmética antioxidante?:

Es la cosmética ideal para contrarrestar el efecto primaveral en la piel pues incorpora activos destinados a proteger a la célula del daño ocasionado por los radicales libres, átomos inestables que “roban” electrones a otros átomos para estabilizarse sin embargo, lo que consiguen es transformarlo a su vez en otro radical libres comenzando así una reacción en cadena llamada estrés oxidativo.

El organismo cuenta con un mecanismo de defensa frente a estos pero las actuales condiciones de vida donde nos exponemos a radiación UV, luz azul, tabaco, pesticidas y otros factores, hacen que este sistema de defensas no sea capaz de neutralizarlos correctamente y los daños lleguen a manifestarse como envejecimiento cutáneo.

Los antioxidantes son sustancias que disminuyen el estrés oxidativo. Uno de los antioxidantes más conocidos son las vitaminas, especialmente la C que es una molécula antiedad capaz de reducir el daño que generan los radicales libres, favorece la uniformidad del tono cutáneo, aumenta la firmeza de la piel e inhibe la síntesis de melanina evitando la aparición de manchas.

Los tratamientos con cosmética antioxidante pueden llevarse a cabo desde el centro de estética donde la especialista en belleza de la piel, la esteticista, pautará tanto el número de sesiones como la frecuencia necesaria para un resultado espléndido que deje tu piel preparada para afrontar esta época del año. Además, puedes seguir unas sencillas pautas de autocuidado en casa para ayudar al bienestar de tu piel.

Cuidado para superar el síndrome primaveral desde casa:

1. La exfoliación ayuda a mantener la piel uniforme y libre de impurezas y la prepara para la llegada de los UVA. Realizarla cada semana o 15 días según tu tipo de piel sería lo ideal.
2. La hidratación es fundamental para una buena función barrera aunque lo habitual es que nuestra piel llegue deshidratada del invierno lo que hace que las mascarillas hidratantes y reparadoras sean las mejores opciones para recuperar el balance hídrico lo más rápidamente posible.
3. Para trabajar zonas que puedan haberse sensibilizado debido a las alergias primaverales se aconseja el empleo de cosméticos calmantes. 
4. También es muy aconsejable el empleo de un contorno de ojos específico para esta zona que envejece antes que el resto por ser más fina y frágil.
5. Para evitar los RL que se generan por una mayor exposición solar conviene incorporar a la rutina de belleza cosméticos ricos en Vitamina C.
6. Se debe utilizar protección solar alta pues la piel aún no está preparada para recibir la radiación solar.

Para establecer una adecuada rutina de belleza adaptada a tu piel de manera específica nada mejor que dejarte asesorar por la profesional del bienestar de tu piel, la esteticista.

Otros cuidados que puedes incluir en esta época son los siguientes:

• Tomar antioxidantes antes de la llegada del sol favorece la autoprotección cutánea. Llevar una dieta rica en Vitaminas E y C es más que recomendable y para ello cuentas con frutas y verduras de temporada como la zanahoria, el albaricoque, las espinacas, el brócoli, el calabacín, los melones y los espárragos.
• Bebe mucha agua para evitar la deshidratación por el aumento de las temperaturas. Y si el agua no es tu amiga puedes tomar infusiones o zumos.
• Descansa todo el tiempo que puedas para evitar bajadas de defensas y protegerte de la astenia primaveral.
• Ten horarios fijos que ayuden a tu cuerpo a adaptarse al cambio de hora, luz y atmósfera.
• Hacer ejercicios relajantes como yoga o caminar.

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