Dos años después de la pandemia el sector turístico se muestra optimista frente a un escenario de cifras alentadoras que prometen un verano de alta ocupación. ¿Será este 2022 definitivamente el año de la recuperación? ¿Podrá incluso convertirse en un año de nuevos récords? Los más positivos así lo prevén. Sin embargo, no podemos pasar por alto que los años de restricciones han tenido un impacto en nuestro comportamiento, en la forma en la que planeamos nuestras salidas y escapadas, en la manera de reservar y en nuestra forma de viajar.
Eurostars Hotel Company ha lanzado una encuesta con la finalidad de conocer cómo sus clientes afrontarán las vacaciones de verano, conscientes de que es necesario tomar el pulso a unos nuevos hábitos y una realidad cambiante que se ha acelerado en los últimos tiempos. ¿Cuáles de estos cambios son circunstanciales y cuáles acabarán resultando estructurales? Los más de 1.500 clientes que han respondido la encuesta, nos acercan a las respuestas.
Vuelta a la normalidad con ganas renovadas de seguir viajando
Según indican los resultados de la encuesta efectuada por la cadena, este año la normalidad se establece como la pauta general en las previsiones de viaje de sus clientes. Un 56% de los viajeros encuestados afirma que este verano va a viajar con total normalidad tal y como lo ha hecho siempre. Y aunque un 27% sostiene que todavía no considera que ha llegado el momento de desplazarse muy lejos, el 17% espera este año recuperar por fin el tiempo perdido en la pandemia y prevé embarcarse en el “gran viaje” que ha pospuesto los últimos meses.
Sin embargo, aunque se impone la normalidad, esta no consiste en volver al 2019. El 73% de los viajeros confiesa que la crisis vivida a raíz de la COVID-19 ha tenido un impacto en la forma en la que actualmente planean sus vacaciones. Este grupo más numeroso se posiciona a partes iguales en dos posturas distintas: Aquellos que organizan y planifican compulsivamente todas aquellas actividades de las que se han visto privados en los últimos tiempos (37%), y aquellos que, fruto de la experiencia vivida, han incorporado la improvisación y la reserva last minute a su forma de viajar (36%). Solo un 27% sostiene que lo acontecido en los últimos años no ha tenido ningún efecto en su vida ni en sus vacaciones.
Se restablece la percepción de seguridad
Cuando se les cuestiona sobre la noción de seguridad, los viajeros se muestran rotundos. Solo un 5% admite sentirse inseguro cuando debe viajar. Un 52% afirma sentirse totalmente confiado y protegido, y un 43% matiza que pese a encontrarse seguro, sí ha incorporado nuevos hábitos y prevenciones vinculadas a la protección.
Relacionado con esta seguridad, la gran mayoría de los encuestados no sienten ninguna inquietud por desplazarse a destinos masificados o zonas concurridas. Solo un 21% se decanta por llevar a cabo rutas culturales e itinerarios por pequeñas y medianas ciudades frecuentadas.
Mirando al futuro de los viajes: inflación, sostenibilidad e inseguridad
Si nos referimos al futuro de los viajes y a aquellos factores que tendrán un impacto en este, el grueso de la muestra encuestada (83%) muestra su preocupación acerca de la inflación y el aumento de los costes en transportes y otros servicios, convencidos de que serán condicionantes que frenarán las opciones de viajar. Un 12% apunta a que otro factor importante será el malestar por nuestra huella ecológica y la búsqueda de opciones sostenibles, mientras que un 5% se refiere a la falta de seguridad a nivel mundial como una de las causas que pueden ralentizar la recuperación total.
Salidas más cortas y cercanas, pero más frecuentes
Los viajeros encuestados también vaticinan que los viajes a partir de ahora serán más cortos, reduciendo el número de noches por desplazamiento, aunque por contra serán más frecuentes, como ya demuestran las cifras registradas en los últimos tiempos.
A ellos se suma un 26% de los participantes que sostiene que igualmente vamos a decantarnos por destinos más cercanos. Pese a ello, hasta un 34% opina que vamos a seguir viajando como lo hemos hecho siempre.