
El diamante en bruto entre los pedruscos
Camarada empresario/a,
Si algo nos sobra a los empresarios son “faenas”. Si algo nos falta, casi siempre, es tiempo y recursos. O al menos eso creemos. En realidad, lo que muchas veces escasea no son los recursos, sino la información sobre ellos.
Sucede que la mayoría de las empresas de tamaño micro y pyme operan con márgenes ajustados, procesos que «siempre se han hecho así» y soluciones improvisadas que, con suerte, funcionan. Pero pocos se detienen a analizar qué ventajas, materiales o capacidades infrautilizadas tienen a su disposición.
En otras palabras, trabajamos duro, pero no siempre de manera estratégica.
Pongamos un caso real. Una empresa de carpintería metálica acumulaba recortes de aluminio y acero inoxidable en cantidades que parecían residuales. Pagaba a un gestor para su retirada sin mayor cuestionamiento. Sin embargo, tras revisar su operativa, descubrimos que esos «desechos» podían reprocesarse internamente para fabricar piezas pequeñas que, paradójicamente, la empresa compraba a terceros a un precio mucho mayor.
Con algunos ajustes en su flujo de trabajo, lo que antes era un coste fijo se convirtió en un ahorro significativo y en una nueva línea de producto que antes no había considerado.
Este es solo un ejemplo, pero la situación se repite en todos los sectores. ¿Cuántas empresas hay que pagan por almacenar maquinaria infrautilizada en lugar de alquilarla cuando no la necesitan, naves industriales con espacio desaprovechado que podrían rentabilizarse o negocios que desconocen que ciertos residuos pueden venderse a otras industrias que los utilizan como materia prima?
Si me lo preguntas a mí…demasiadas
El problema no es la falta de recursos, sino la falta de análisis. Estamos tan ocupados apagando fuegos que no nos detenemos a mirar qué activos, materiales o procesos podríamos optimizar. No es necesario ser una gran multinacional para aplicar principios de eficiencia y aprovechamiento. Muchas veces, con una revisión periódica de nuestras operaciones, se pueden encontrar oportunidades de ahorro o ingresos adicionales sin necesidad de grandes inversiones.
Encontrar el diamante en bruto entre los pedruscos.
Mi recomendación es clara: dedica al menos unas horas al trimestre a revisar qué recursos materiales, espacios o procesos pueden optimizarse. Consulta con otros empresarios de tu sector, explora soluciones en industrias afines y pregúntate si lo que hoy ves como un coste podría convertirse en una ventaja competitiva.
Porque no se trata solo de esfuerzo, sino de estrategia.
Vamos a por ello. ¡Cuento contigo!
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