La empresa sevillana Fabrienvaf Nuca lanza su icónica botella rosa en más de 300 puntos de venta en Florida, con el objetivo de consolidar su presencia en el mercado estadounidense.
15.000 unidades de desengrasante rumbo a Miami
La empresa sevillana Fabrienvaf Nuca ha comenzado su andadura internacional con el primer envío de su producto estrella, el desengrasante El Milagrito, a Estados Unidos. Esta semana partirá desde Sevilla un contenedor de 40 pies cargado con 15.000 unidades del producto en tres formatos: spray de 750 ml, Push Pull de 1 litro y garrafa de 5 litros. El destino es Miami, donde comenzará su distribución en más de 300 puntos de venta a lo largo del estado de Florida.
Una apuesta firme por el mercado americano
El director comercial de Fabrienvaf Nuca, Javier Castro, ha subrayado la importancia de este paso estratégico. “Los envases llegarán a un almacén en Miami, que será el centro neurálgico desde donde se articulará toda la expansión por Estados Unidos”, ha declarado.
La internacionalización de El Milagrito no ha sido un movimiento improvisado. En marzo de este año, la gerente María Castro formó parte de una delegación empresarial sevillana que viajó a Miami durante la Feria de Sevilla en EE. UU. para establecer lazos comerciales. Desde entonces, el equipo ha trabajado intensamente para construir una red sólida de distribución.
Un crecimiento que impulsa la producción
Con vistas a este ambicioso plan de expansión, la empresa ha invertido más de un millón de euros en nueva maquinaria. Esta inversión ha permitido triplicar la capacidad de producción, pasando de 1.800 a 4.500 unidades por hora en su formato spray.
Gracias a esta mejora, no solo se ha fortalecido la distribución nacional, sino que también se ha podido abordar la exportación con mayores garantías. Además de su incursión en Estados Unidos, Fabrienvaf Nuca ha iniciado operaciones en Portugal, Andorra y Marruecos.
Un camino lleno de ilusión
Para la empresa, este envío representa algo más que un paso comercial. “Vender fuera de España no es fácil, pero nos llena de ilusión llevar nuestras botellas rosas a nuevos mercados”, concluye Javier Castro.