Estepa, ciudad de los mantecados y los polvorones

Pero no sólo por los dulces navideños destaca esta localidad, sino también por todo su patrimonio histórico artístico que la hace única

Estepa

Lo primero que se viene a la cabeza cuando se habla de Estepa, son sus mantecados y sus
polvorones. Pero Estepa es una ciudad con historia. Y sí, está bien expresado denominarla ciudad, pues en 1886 recibe este título.

Los primeros asentamientos que se tienen constancia, datan de finales de la Edad de Bronce, entre el Siglo X-IX A.C. En la cumbre del Cerro de San Cristóbal se situaron las primeras cabañas. Por aquí pasaron los Tartessos, los romanos que dieron el nombre al municipio de Ostippo. Tras ellos, los árabes pasando a llamarse Istabba. La ciudad islámica
era parecida a un castillo en la que se encontraba una mezquita, que en la actualidad es la iglesia de Santa María. Luego los cristianos, de la mano del rey Fernando III la conquistó en 1241 y en 1267 se la concede a la Orden de Santiago.

Estepa va conformando su imagen actual en el Renacimiento. Por detallar algo más de su historia, en los Siglos XIX y XX se convierte en el centro de operaciones de los bandoleros, destacando entre ellos: Juan Caballero, el Vivillo y Pernales. Todo este pasado ha hecho que Estepa posea un patrimonio histórico artístico muy importante. Es en 1965 cuando la declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional. Por ello, merece la pena ir a visitarla, por su importante patrimonio. Y una vez allí, lo que no hay que dejar de ver es el conjunto monumental del Cerro de San Cristóbal, el convento de Santa Clara, la Torre del Homenaje y el balcón de Andalucía que tiene unas vistas impresionante. La plaza del Carmen es otro enclave muy reseñable, que los estepeños la llaman “el salón”.

Estepa es muy cofrade y la Semana Santa es bastante importante para ellos. Depende al estepeño que le preguntes, dirá qué cofradía es la más señera, pero las dos más notables
son: la Hermandad de la Paz y Caridad, más conocida como “El Cristo” y la segunda más popular es Nuestro Padre Jesús Nazareno. La primera procesiona el Jueves Santo y la segunda tiene su salida el Viernes Santo. Por todo esto, las iglesias son otro reclamo turístico: la de Santa María, Nuestra Señora de Gracia, la del convento de Santa Clara, San Sebastián, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de la Asunción, Nuestra Señora de los Remedios, convento San Francisco, Nuestra Señora de Los Ángeles, convento de las Hermanas de La Cruz, la ermita de Santa Ana y la ermita de San Marcos.

Semana Santa en Estepa

Estepa también celebra varias fiestas. A parte de la Semana Santa, a primeros de mayo celebran la Romería de San José Obrero y del 18 al 21 de mayo la Octava de Los Remedios que es la fiesta de uno de los barrios de la localidad. En el mes de julio se festeja la Velá de
Santa Ana y del 1 al 3 de septiembre su Feria.

Siguiendo con las visitas a su patrimonio artístico, la Torre del Homenaje y la Torre de la Victoria son dos enclaves que visten a este municipio sevillano. Y si se prefiere tener un contacto con la naturaleza, tampoco hay que dejar de visitar el manantial conocido como Roya.

Aunque, los mantecados es lo más conocido, lo más típico de los estepeños es hacer los dulces de la Semana Santa. La tradición consistía en que las familias iban a elaborarlos a los hornos de las panadería. En la actualidad, las mujeres más mayores continúan haciéndolo: los ochios, magdalenas, roscos trenzados y cocochas.

A parte, destaca también su aceite de oliva con denominación de origen de la cooperativa Oleoestepa, galardonada por la gran calidad de su aceite.

Si también hay algo que caracteriza a los estepeños es el deje de su habla. Y es que tienen un acento peculiar que los caracteriza. Los estepeños pronuncian la “a” muy abierta, que incluso llegan a convertirse en “e”. Son personas acogedoras y orgullosas de que Estepa
sea reconocida mundialmente, gracias a su principal fuente económica, la industria del mantecado y del polvorón.

Y es que como dice el propio título, Estepa, ciudad el mantecado. Es su principal motor económico, de ahí su santo y seña. Este dulce tan típico de estas fecha se viene elaborando desde hace más de 400 años. Micaela Ruiz Téllez, más conocida como la Colchona, elaboraba mantecados que luego su marido, que viajaba constantemente, los dio a conocer fuera de Estepa. Se puede decir que éste es el inicio de su comercialización, aunque en todas las casas se hacían. Otra persona relevante en la historia del mantecado es el conocido como Maestro Coches, Antonio González Fuentes. Este hombre construyó la maquinaria para su fabricación, con lo que se consiguió transformar los pequeños obradores.

En fechas más recientes, en noviembre de 2011 la Comisión Europea reconoce e inscribe
en su Registro de Denominación de Origen y Protegidas y de Indicaciones Geográficas Protegidas a “los Mantecados de Estepa”. Los polvorones, otro dulce típico navideño y también muy popular, recibe este mismo reconocimiento en el año 2016 como “Polvorones
de Estepa”.

Además, existe el Consejo Regulador, que es el organismo encargado de controlar la garantía y fomentar la calidad de los mantecados. En estos momentos son 19 empresas que pertenecen al Consejo Regulador.

Muchas son las razones que se han detallado para conocer Estepa, por su historia, por sus monumentos, por el encanto de sus calles con sus casas de cal y piedra caliza, por sus
fiestas, por su Semana Santa y por sus mantecados y polvorones.

Si se decide visitarla en estas fechas, el olor a canela quedará impregnado en el recuerdo de sus visitantes.

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