El último mes del año es siempre el momento elegido para los buenos propósitos que nos marcamos para el que viene. Esas intenciones que buscan comprometernos para iniciar nuevas actividades que nos abran la puerta  a una mejora, a un cambio, un reenfoque de vida, o en otras palabras que nos permitan incorporar mejoras y novedades positivas a nuestra vida. 

Emprender es uno de los propósitos que ocupan la mente de muchos profesionales para guiar el nuevo año, y especialmente lo es más en momentos donde el autoempleo es una de las opciones que cobra más fuerza en la actualidad. Porque más allá de motivos como “ poder dedicarse a lo que te gusta”, o “ser tu propio jefe”, entre otros, emprender es crear algo propio, tener la iniciativa y dejar una huella, y como dice el coach  experto en organizaciones y también emprendedor de éxito, Ignacio Campoy , “ser emprendedor significa  ser valiente, pero también significa dudar, afrontar dificultades, superar barreras y sobre todo, estar abierto a las oportunidades”.   

• El emprendimiento es una de las fórmulas que se promueven más desde las organizaciones empresariales, gubernamentales, etc.. para reflotar la economía en momentos de crisis, especialmente cuando el empleo se encuentra afectado. ¿Todo el mundo puede emprender o esto está reservado a unos pocos agraciados?

Efectivamente, en momentos de crisis y en aquellos donde el empleo se ve afectado negativamente, el emprendimiento es una alternativa para el impulso de nuevos negocios para muchos profesionales. Todos, absolutamente todo el mundo puede emprender  y ello está, en mayor o menor medida, al alcance de cualquiera, siempre y cuando se tenga el ingrediente básico que para mí es creer apasionadamente en un proyecto y buscar la forma de ponerlo en marcha, asumiendo por supuesto riesgos y consecuencias. No existe un único tipo de emprendedor, eso sí, y dependiendo de su motivación están, los que lo hacen por necesidad, por afiliación, por reconocimiento y por autorrealización. 

El emprendedor por necesidad, lo hace como respuesta adaptativa a factores externos como es el caso del desempleo. En estas situaciones es habitual que sólo pretenda obtener un sueldo y que por tanto no tenga interés en arriesgar un gran capital o generar puestos de trabajo. Muchos expertos consideran que emprender por necesidad es un error, sin embargo, yo tendría en cuenta un dato clave y es que es probable que emprendiendo por necesidad como punto de partida, la persona logre llegar a su autorrealización. 

El caso del emprendedor por afiliación, aquellos que han iniciado un negocio porque su amigo necesitaba un socio o para continuar con un negocio familiar , tiene sus ventajas (el negocio ya puede estar implantado y por tanto haber superado los riesgos iniciales)  y sus inconvenientes (aquí la marca personal del emprendedor-socio se diluye).

El emprendedor por reconocimiento sería el tercer tipo, suele ser vocacional, en otras palabras, tiene en mente haber cumplido el sueño de convertir en realidad su idea empresarial o aspiracional. Normalmente suele estar muy motivado siendo capaz de generar propuestas emprendedoras muy interesantes.

Y finalmente está el emprendedor por autorrealización. La autorrealización implica la necesidad constante de mejora y superación. El emprendedor que se encuentra en este escalafón normalmente tiene una gran capacidad de pensamiento crítico y es capaz de motivar e implicar

• Diferentes tipos de emprendedores, con diferentes motivaciones. Usted lo refleja en su libro titulado “El libro del Neuroemprendedor”, pero en líneas generales, ¿por qué emprendemos?, ¿hay una razón común en todos ellos?

En el emprendimiento hay un componente emocional porque es una oportunidad para mostrar nuestros talentos y nuestras fortalezas. Aunque es evidente que cada persona tiene su motivación para emprender, existe o debería existir una respuesta común, extensible a todos los emprendedores, ya que emprendemos por necesidad, o mejor dicho por una doble necesidad: la primera es la que surge de nuestro interior, la que se convierte en nuestro propósito  y la segunda es  la que responde a satisfacer una necesidad del mercado que creemos poder cubrir con nuestro producto o servicio. 

• Entonces podemos decir que existen claves psicológicas detrás del emprendimiento, ¿no?

Efectivamente, la psicología en general se encuentra en todos los ámbitos y decisiones de la vida, incluida la economía, y es gracias a ella que podemos tratar de entender el comportamiento y la motivación que lleva a las personas a emprender