El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, hace balance de un 2024 positivo para el tejido empresarial malagueño, destacando los avances en empleo, innovación y sostenibilidad. Además, adelanta los proyectos clave que marcarán la estrategia de la organización en 2025, con el objetivo de seguir liderando el crecimiento económico en Andalucía.

¿Cómo valora este año 2024 para los empresarios malagueños?

Ha sido un año positivo. El PIB de la provincia ha crecido por encima de las medias andaluza, española y europea. Hemos batido récord de empleo, con cifras históricas en crecimiento de la afiliación y reducción de la tasa de paro; especialmente, en el tercer trimestre del año. Seguimos liderando Andalucía en creación de empresas y alta de autónomos, mejoramos resultados en exportaciones y tendemos a un dinamismo muy interesante en sectores como la construcción, la innovación o la tecnología. En definitiva, 2024 ha sido un año de consolidación de nuestra actividad económica.

¿Cuáles han sido los principales logros de la Confederación durante este año?

Desde CEM trabajamos para representar y ser la voz de las empresas de Málaga, a todos los niveles. Además de nuestra actividad patronal habitual, muy centrada en la representación institucional, los espacios de trabajo y colaboración público-privada o, por supuesto, el ámbito del diálogo social, gestionamos proyectos muy diversos en temas que interesan a la competitividad, como la formación, el empleo, innovación y transformación digital, recursos humanos o sostenibilidad, entre otros. 

En 2024 hemos celebrado nuestro foro empresarial y publicado una nueva edición de nuestro informe socioeconómico de la provincia; hemos desarrollado un nuevo programa del que nos sentimos muy orgullosos, sobre corresponsabilidad en la conciliación y continuamos creciendo, acogiendo nuevas empresas que se suman a la organización.

¿Qué retos han enfrentado las empresas malagueñas y cómo ha trabajado CEM para apoyarlas?

Las empresas de Málaga no son ajenas a los problemas o desafíos de su entorno, a pesar de los buenos resultados económicos de 2024. Dependiendo del sector, en mayor o menor medida, nos afecta la tensión geopolítica y los conflictos internacionales, con consecuencias que todos conocemos. Nos afecta la ralentización de la economía europea y la toma de decisiones en el ámbito normativo (caso de la pesca o la agricultura, por ejemplo). Aquí, en España, nos afectan la inestabilidad política y las injerencias en el diálogo social, pero, también, otros aspectos ya estructurales, como la baja productividad, la presión fiscal, la lentitud administrativa o la inseguridad jurídica. Enfrentarse a todo esto y, aun así, crecer, generar actividad económica y empleo, es todo un logro. Imaginemos qué seríamos capaces de hacer si, además, contásemos con viento a favor.

A todo ello hay que sumar la sequía que venimos arrastrando desde hace tiempo y que, aunque aliviada este otoño, continúa presente. Hay que sumar los retos propios del momento, en un mundo en constante transformación; sobre todo, en el ámbito de la digitalización, la revolución tecnológica o la sostenibilidad.

En todo esto, CEM trabaja desde la cercanía con las empresas, conectándolas con las administraciones, entre ellas mismas, con programas constantes formativos e informativos, asesorándolas… pero, sobre todo, representándolas en los espacios de debate y toma de decisiones, procurando influir para que se atiendan sus necesidades y sean tenidas en cuenta en la agenda de los gobiernos.

¿Cuál considera que es el mayor impacto de CEM en el tejido empresarial de Málaga?

CEM es una organización con casi cincuenta años de trayectoria, fuerte, solvente y estable, muy presente en el tejido asociativo empresarial de la provincia y consolidada en los espacios de trabajo con las administraciones. Precisamente, el mayor impacto de nuestra actividad es el que no siempre se muestra, en un plano más discreto, logrando que los intereses de nuestras empresas se atiendan en la agenda pública, en decisiones y proyectos. Por supuesto, contribuyendo al desarrollo, al impulso económico y social de la provincia, porque si a nuestras empresas les va bien, le va bien a la sociedad en su conjunto.

¿Qué áreas prioritarias ha abordado la Confederación este año?

Estamos muy centrados en el empleo, remando para continuar en la senda de crecimiento que viene marcando la provincia. Un claro ejemplo es el Plan Primera Oportunidad que gestionamos con fondos de la Diputación de Málaga y la colaboración de universidad. En el empleo, también, de la mano de la formación y la cualificación. Este año, muy pendientes de la implantación total de la modalidad dual en la FP. Otro asunto es la RSE, contando con el Foro Provincial de Empresas Socialmente Responsables de la Provincia, de la que participan ya más de 50, de todos los tamaños y sectores. También, los recursos humanos y el talento. Y, cómo no, la competitividad; la competitividad que lo abarca todo. Nos estamos esforzando mucho para inspirar, promover y formar a las empresas para que se transformen e impulsen su competitividad.

¿Cómo ha trabajado CEM para fomentar la innovación y la digitalización en las empresas malagueñas?

Principalmente, desde la formación. En CEM organizamos constantemente jornadas con ponencias, mesas de debate y presentaciones, con las que pretendemos contar casos de éxito y marcar el camino a seguir. Además, todas estas jornadas cuentan con un espacio posterior para el networking, por lo que conectamos empresas y propiciamos que las empresas colaboren, que compartan proyectos.

¿Cuáles son los principales proyectos que CEM tiene previstos para el próximo año?

En CEM trabajamos constantemente para ser más eficientes y ofrecer un mejor servicio a nuestros asociados. Estamos inmersos en la propia transformación digital de nuestra gestión, planificando nuevos programas de actividad -en la formación, especialmente-. Y, también, esforzándonos en comunicar más y mejor. Precisamente, la comunicación jugará un papel muy relevante en nuestros proyectos del próximo año, tratando de abrir aún más la organización al tejido empresarial de la provincia.

¿Qué sectores considera estratégicos para el crecimiento económico de Málaga en 2025?

El buque insignia de nuestra economía es el turismo, que continúa creciendo, diversificándose y apostando por la calidad. El sector servicios acoge actividades muy dinámicas, también, además de las vinculadas al turismo y la hostelería, como cultura, innovación, tecnología o ciberseguridad, campo en el que nos estamos posicionando como referente internacional; también actividades financieras. Y, cómo no, la construcción, el transporte o la logística, muy activos.

¿Cómo promueve CEM la colaboración entre empresas malagueñas y otros organismos?

Principalmente, implicando a nuestras organizaciones en los espacios de trabajo con las administraciones públicas. Estamos en más de 50 órganos de gobierno o comisiones, en los que procuramos aportar, compartir nuestra experiencia y reflexiones que ayuden a una mejor gobernanza y toma de decisiones. Es una labor que compartimos con nuestras organizaciones, cada una desde su perspectiva local o sectorial.

¿Qué papel tiene Málaga como motor económico de Andalucía, y cómo puede CEM potenciarlo?

Málaga está liderando Andalucía en lo económico. ¿Nuestro papel? Además de contribuir a posicionar y situar Andalucía en el mapa global, estamos atrayendo inversiones y proyectos muy importantes, que tendrán su eco a nivel regional, con interesantes oportunidades de empleo, de negocio y de extensión a otras provincias. Es un efecto parecido al que juega nuestro aeropuerto y la llegada de más de 23 millones de pasajeros este año. Muchos de ellos visitan otras ciudades andaluzas durante su estancia en Málaga. Otro proyecto ilusionante es el del nodo logístico de Antequera, conectada con Málaga y Algeciras, generando una actividad compartida con el resto de Andalucía, situándonos estratégicamente hacia África, el Mediterráneo y Europa.