
“La cultura de la mejora continua impregna nuestro modo de hacer”
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La Asociación Europea de Industria, Tecnología e Innovación ha reconocido la calidad y excelencia de la institución académica de formación e-learning Formación Universitaria, con el Certificado de Empresa Europea Excelente.
Un nuevo respaldo empresarial en el que se ha premiado el papel de Formación Universitaria como palanca de cambios que mueven al poder transformador de la educación para una sociedad mejor. A este premio, también muy reciente, se suma la Mención de Honor entregada por la directora general de Diversidad Familiar y Asuntos Sociales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Patricia Bezunartea. Esta mención refleja el compromiso de la institución académica con la promoción de entornos de trabajo adaptativos y resilientes, priorizando el bienestar de sus empleados y garantizando un desarrollo sostenible.
Formación Universitaria se ha convertido en una empresa inspiradora que va dejando una huella indeleble en la vida de muchas personas. Su CEO, Ignacio Campoy, es quien pilota el timón, pero son muchos los gestos y pequeños detalles del día a día que lo hacen posible. Precisamente sobre estos gestos, iniciativas y acciones, hemos querido hablar con Ignacio Campoy.
- Usted sostiene que no se trata de acumular premios, pero lo cierto es que ya son muchas las instituciones que reconocen la excelencia de Formación Universitaria en el ámbito de la educación on-line. ¿Cuál cree que es la clave de que tantos coincidan en resaltar el valor de su institución académica?
El compromiso con nuestros alumnos es uno de los aspectos clave que hacen de Formación Universitaria una institución académica tan valorada. Por un lado, nuestro principal compromiso es ayudarlos para que finalicen sus estudios y se conviertan en nuevos profesionales capacitados y titulados. Esto nos hace estar en constante progreso. La cultura de la mejora continua impregna nuestro modo de hacer. Por otro lado, nuestro compromiso con nuestros colaboradores y stakeholders. Sin ellos, el proyecto de Formación Universitaria no sería un ejemplo, y por supuesto, no tan reconocido. Las formaciones internas, las acciones ligadas al impulso de la diversidad y su enriquecimiento, o la preocupación por el bienestar integral de nuestros colaboradores, son la base para que hoy día se palpe el buen clima y, por ende, la preocupación por el trabajo bien hecho.
Además, debo resaltar otro de los puntos clave que nos hacen hoy en día una institución de referencia, que no es otro sino nuestro compromiso con el progreso de la sociedad, apostando por la formación de calidad. Aquí debemos agradecer a las organizaciones con las que colaboramos, Fundación Ana Bella, REDMADRE, Proyecto Hombre, Candelita o Fundación AFAVI. Nuestro proyecto de becas formativas dirigido a personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social está más vivo que nunca. Esto es gracias a la importante labor de las organizaciones con las que trabajamos de la mano. Hacemos un tándem que está dando importantes frutos a los usuarios que apuestan por formarse para su progreso académico y profesional.
- Acaban de arrancar este 2025 con un proyecto pionero en el ámbito del bienestar corporativo. Háblenos de él.
Cuidar de nuestros colaboradores es fundamental para crear un entorno laboral más saludable, productivo y feliz. Por ello, este 2025 lanzaremos en nuestra institución el Proyecto Bienestar y Salud Corporativa 5.0, un paso más en nuestro compromiso con una empresa más humana y comprometida.
El “5.0” se debe a que son cinco los pilares en los que trabajaremos: bienestar físico y salud, bienestar financiero, bienestar emocional y mental, bienestar social y bienestar profesional. Para asegurar el éxito del Proyecto Bienestar y Salud Corporativa 5.0, Formación Universitaria implementará una figura clave: los embajadores del bienestar. Estos serán seleccionados en cada departamento o interdepartamento, según el número de integrantes, y desempeñarán un papel esencial en el diseño, ejecución y seguimiento de las iniciativas del programa.
Los embajadores del bienestar serán referentes y líderes dentro de sus áreas, con la misión principal de garantizar el desarrollo adecuado de los cinco pilares del proyecto. Su función será fundamental para fomentar un entorno laboral más saludable, inclusivo y centrado en los profesionales. Los embajadores asumirán una serie de responsabilidades estratégicas que asegurarán el éxito del proyecto.
- La promoción del bienestar emocional y mental en la empresa es algo que para usted cobra una especial importancia, ¿por qué?
Porque cuidar de las emociones y la mente no es solo importante, sino esencial. Al priorizar el bienestar emocional, apostamos por desarrollar una versión más resiliente, motivada y feliz de nosotros mismos.
En Formación Universitaria, entendemos que cada profesional es único y tiene necesidades emocionales específicas. Por esta razón, hemos creado un conjunto de herramientas y actividades diseñadas para mejorar la salud emocional y mental de manera integral. Estas iniciativas están orientadas a promover la inteligencia emocional, fomentar hábitos mentales saludables, brindar apoyo emocional y proporcionar estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.
- Con una plantilla que supera los 250 profesionales, entre personal de plantilla y colaboradores, ¿cómo es posible que la ilusión de todos ellos siga intacta por formar parte de Formación Universitaria?
El motivo principal es que en Formación Universitaria queremos ser una institución académica sostenible y sabemos que el éxito no perdurará si no está basado en las buenas prácticas. Esto implica mantener viva una cultura de responsabilidad, articulando mecanismos de escucha e implicación.
Otros de los motivos que hace que la ilusión siga intacta es nuestra política de responsabilidad social. Esto ha provocado un aumento de la motivación, la productividad y el sentimiento de pertenencia de los equipos. En este sentido, me gustaría resaltar un dato de la última encuesta de clima laboral: una de las conclusiones a las que se llegó es que el 98% de los empleados se muestran satisfechos o muy satisfechos con el clima laboral. Sin duda, un dato muy revelador.
Formación Universitaria está comprometida con la estabilidad profesional de los colaboradores, y para ello activamos acciones y políticas que garanticen la calidad y el bienestar.
- Efectivamente, esa activa política de Responsabilidad Social es el pegamento conector de todos los que trabajan en su institución académica, ¿cuál es la acción más reciente que acaban de incorporar?
Estamos todos especialmente ilusionados con las nuevas acciones que comenzarán este año 2025. Una de las que tenemos en marcha es la colaboración con la Fundación Infantil Ronald McDonald. La Fundación tiene en Sevilla una de sus Casas Ronald McDonald, donde aloja gratuitamente a familias que vienen a la ciudad para que sus hijos e hijas sean tratados en los hospitales de referencia. Crean un hogar para familias que pasan por momentos muy complejos, tratando de mejorar su calidad de vida durante la estancia de las familias en la ciudad. La casa cuenta con habitaciones adaptadas, un patio con un pequeño huerto, salas comunes, cocina amplia con un frigorífico para cada familia, comedor, zona de juegos, sala deportiva, etc. Hace poco nos invitaron a un evento, un pase de modelos de la marca Scalpers, también colaboradores de la Fundación, y fue muy emocionante. Las familias rompieron sus rutinas y vieron a sus niños sonreír con una actividad muy divertida para ellos. En breve podremos ampliar más detalles de nuestro acuerdo de colaboración. Los niños son el futuro y es nuestro deber protegerlos y cuidarlos.
- Volvamos atrás en el tiempo. De alguna manera usted fue un visionario y muchos le comunicaron hace ya más de dos décadas sus dudas sobre un modelo educativo, por el que apostó con firmeza y que ha demostrado ser revolucionario. ¿Qué les diría hoy, en 2025, a estos “dudosos” consejeros?
Es cierto que hace más de dos décadas, cuando apostamos por el modelo de formación e-learning, hubo muchas dudas y no pocas resistencias. En aquel entonces, la idea de enseñar y aprender a través de plataformas digitales parecía lejana y, para algunos, incluso inviable. Pero lo que nos movió entonces, y sigue guiándonos hoy, fue una convicción profunda: la educación debe adaptarse a las necesidades y circunstancias del alumno, no al revés.
A esos consejeros y escépticos de aquel momento, hoy les diría que sus dudas fueron fundamentales. Nos ayudaron a perfeccionar nuestra visión, a cuestionarnos y a construir una propuesta sólida y adaptable. Les agradezco porque las críticas, bien intencionadas o no, nos empujaron a pensar más allá de los límites.
En 2025, la evolución de la tecnología y las necesidades de una sociedad globalizada han demostrado que la educación digital no solo es una alternativa válida, sino un complemento necesario y, en muchos casos, superior. Ha permitido democratizar el acceso al conocimiento, romper barreras geográficas, ofrecer formación personalizada y flexible, y llegar a millones de personas que, de otro modo, no habrían tenido la oportunidad de aprender.
El e-learning no se trató solo de tecnología; siempre se trató de personas. Se trató de entender que el aprendizaje no es un evento, sino un proceso continuo, que debe ser tan dinámico y diverso como los propios estudiantes.
Así que, si me permite, más que una reivindicación, este es un momento para celebrar cuánto hemos avanzado juntos y cuánto más podemos lograr si seguimos apostando por la innovación al servicio de la educación.