
La fuerza de la “luz propia” en el liderazgo empresarial
Por Ramón Bosch, Director Regional Málaga, Director Nacional de Formación, Director Ejecutivo CVN y TGN, BNI España SLC
En el mundo de la empresa, muchas veces buscamos referentes externos que iluminen nuestro camino: un mentor, un socio estratégico, incluso un mercado que marque la dirección. Sin embargo, los líderes más influyentes son aquellos que entienden que la verdadera energía proviene de dentro. Esa “luz propia” es la que inspira confianza, genera motivación y permite guiar a un equipo en momentos de cambio.
En BNI lo tenemos claro: cada seis meses, con el relevo de los equipos de liderazgo en los grupos, nace una oportunidad única para encender esa luz interior en nuevos empresarios que asumen el reto de liderar. Estas formaciones semestrales no son simples talleres técnicos; son espacios de crecimiento personal y colectivo donde cada miembro aprende a gestionar, coordinar y motivar con visión de futuro.
El cambio de mandato no solo es un relevo organizativo, es un ejercicio práctico de liderazgo empresarial. Cada nuevo presidente, vicepresidente o responsable de membresía debe aprender a brillar por sí mismo y, al mismo tiempo, ayudar a que otros lo hagan. Esa dinámica reproduce a pequeña escala lo que ocurre en las compañías más exitosas: líderes que no se limitan a dirigir, sino que transmiten confianza y crean entornos donde las personas prosperan.
La esencia de estas formaciones está en reforzar valores como la comunicación efectiva, la gestión de equipos y la planificación estratégica. Herramientas imprescindibles para cualquier empresario que quiera transformar su visión en resultados tangibles. Pero, más allá de los contenidos, lo que realmente permanece es la inspiración: descubrir que cada líder tiene la capacidad de iluminar con su ejemplo.
En definitiva, igual que en el mundo empresarial, en BNI entendemos que la luz propia de cada persona no solo guía su camino, sino que, cuando se comparte, multiplica el impacto en toda la comunidad. Esa es la clave de un liderazgo transformador: brillar con fuerza y ayudar a que otros brillen también.