La imagen de tu marca es más que un aspecto estético, es una herramienta clave para proyectar profesionalidad y aumentar el valor de lo que ofreces. Desde el diseño de tu logo hasta el servicio postventa, cada detalle cuenta para crear una experiencia única y memorable para tus clientes.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado si el valor de nuestro producto o servicio es bajo? ¿Cómo podríamos incrementar el valor de lo que vendemos?
Pues son varios los puntos a tener en cuenta:
- ¿Cómo es tu imagen y la de tu marca?
- ¿Cómo de fácil es para el cliente todo el proceso de compra?
- ¿Cómo sorprendes?
- Se honesto
- Cuida la postventa
Como asesoras de imagen, hablaremos más extensamente del primer punto y es que si deseamos que nuestros clientes reconozcan nuestro potencial y nos consideren empresarios serios, es fundamental prestar atención a la imagen que proyectamos, porque ésta tiene un impacto directo en la percepción que los clientes tienen sobre nosotros y sobre su intención de compra.
¿Es serio tu logo? ¿Tu sitio web gusta al cliente? ¿Los colores que utilizas transmiten la profesionalidad de tu empresa? ¿Tus empleados se identifican con la marca que has creado? ¿Y con los uniformes que utilizan?
La imagen de tus tarjetas de visita, la presentación de tu sitio web, la decoración de tu oficina, la forma en que elaboras tus presupuestos, la firma de tus correos electrónicos, los materiales utilizados por tu equipo de ventas, tus publicaciones en redes sociales, el feed y la apariencia de tus empleados, incluidos sus uniformes, transmiten información sobre tu trabajo incluso antes de que tengas la oportunidad de persuadir a alguien de que tu producto es el que necesita.
Está demostrado que, cuando queremos comunicar, un 55% del impacto del mensaje proviene de nuestra imagen. Un 38% se atribuye al lenguaje no verbal, es decir, a cómo comunicamos, nuestra postura y los movimientos que hacemos con nuestro cuerpo cuando estamos en una conversación. Y sólo un 7% del impacto se debe al contenido del mensaje en sí.
Con todos estos datos, ¿aún crees que no deberías prestar atención a tu imagen?
En cuanto a los otros puntos que enumeramos al principio que justificarían un aumento en el precio de tu producto o servicio son los siguientes:
Facilitar un proceso de compra sencillo es fundamental. Es esencial que el cliente pueda recordarte con facilidad y encontrarte de igual forma, tú o tus comerciales debéis ser accesibles.
Proporcionar al cliente una experiencia que sea diferente a lo esperado añade valor a su compra. Ejemplos de esto incluyen sorprender con el packaging o innovar en la forma de entrega.
La honestidad en la relación con los clientes es crucial, ya que otorga credibilidad a tu trabajo y se convierte en la mejor estrategia para fidelizar. Por ello, es fundamental ser transparentes y coherentes en nuestras comunicaciones.
Es importante cuidar el servicio postventa. Asegúrate de que el cliente quede satisfecho; en caso contrario, sus comentarios serán una herramienta valiosa y una oportunidad para corregir cualquier error. Las eventualidades pueden surgir (nadie es perfecto) pero la forma en que manejamos una incidencia con un cliente influirá en sus decisiones de compra futuras.