El impulso industrial se erige como el camino hacia el progreso en Andalucía. Desde su rol como presidente de Más Industria y CEO de Azcatec Tecnología e Ingeniería, Aurelio Azaña García lidera esta transformación. Azaña comparte sus reflexiones sobre los desafíos, logros y futuras ambiciones de la región en el ámbito industrial. Con una pasión innegable por el desarrollo económico y social, su visión arroja luz sobre el papel fundamental de la industria en el futuro de Andalucía.
¿Podrías hacer una breve descripción de Más Industria?
MAS INDUSTRIA es una asociación sin ánimo de lucro formado por personas físicas con el fin de colaborar en el desarrollo industrial de Andalucía.
¿Cuáles son sus objetivos principales?
Los objetivos fundamentales son mejorar la calidad de vida de las personas y combatir el paro tan grande existente en Andalucía usando como mecanismo el desarrollo industrial. Está demostrado que las regiones con un PIB industrial elevado (por encima del 18%) tienen a toda su población con trabajo seguro y de buena calidad.
Uno de nuestros principios básicos es dejar claro que sin industria no habrá progreso para Andalucía.
¿Cómo ha evolucionado la asociación desde su fundación?
Nacimos en los inicios de la pandemia, en el peor momento, y desde entonces no hemos parado de crecer y de hacer cosas, sobre todo acciones de sensibilización, estudios, informes y proyectos concretos para mejorar la industrialización de nuestra región.
Hay que tener cuenta que el acceso como asociado es por invitación y no conlleva cuotas. Simplemente, queremos contar con personas que estén alineadas con esos objetivos, que sean altruistas y que puedan aportar sus capacidades, su tiempo, sus contactos o sus ideas para conseguir ese propósito.
¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta la industria en la actualidad, y cómo los abordáis?
Según el reciente estudio elaborado por Arenal Grupo Consultor, por encargo de Más Industria, donde hemos analizado diez indicadores económicos relacionados con la industria y su evolución en los últimos diez años, uno de los principales problemas es la escasa dimensión de las empresas industriales de Andalucía. El problema de la dimensión es importante porque el 70% de las empresas industriales pequeñas no superan los cinco años de vida.
Por ello, el primer desafío es que hay que crear “campeones industriales”, es decir, empresas mayores de 100 trabajadores con volúmenes de facturación superiores a 20 millones que puedan competir internacionalmente, innovar, digitalizarse y ser más productivas, entre otras capacidades.
El segundo desafío estriba en cambiar la mentalidad de la administración pública y que ésta no sea un freno para el desarrollo sino más bien una aliada, o al menos que deje trabajar sin paralizar los procesos de crecimiento, implantación, autorización administrativa y un largo etcétera.
Otro desafío sigue estando relacionado con la administración pública como gestor de los fondos que las empresas industriales necesitan para poder innovar y por consecuencia para diferenciarse en el mercado y ganar competitividad (esto último es clave para la supervivencia a medio plazo). Según el Tribunal de Cuentas, Andalucía solo ejecutó el 10% de los fondos europeos que llegaron para reforzar la economía post Covid. Estamos perdiendo un tren que no volverá a pasar.
¿Qué importancia tiene el sector industrial en Andalucía?
Lamentablemente, el peso del sector industrial es pequeño, pues en Andalucía, el PIB industrial es inferior al 11%, y eso es siendo generoso e incorporando algunos sectores más allá del sector manufacturero, que es el que nos interesa. Aparte del escaso PIB industrial, un dato más relevante es que los sectores que más aportan al PIB industrial (por ejemplo, la agroindustria o la minería) son los que menos valor añadido aportan a la balanza de pagos de la región. Dicho de otro modo: vendemos mucho granel, poco elaborado y con poco margen.
El sector industrial es la llave para el desarrollo económico y la creación de trabajo estable bien remunerado. Andalucía tiene tradición agrícola y de servicios de los cuales estos últimos suponen más del 75%. Cambiar esa tendencia lleva tiempo y hay que ser muy constante con nuestras reivindicaciones.
Y todo ello, a pesar de los esfuerzos que los responsables de la administración pública con competencias en materia de industria, energía, medio ambiente, minería están haciendo por revertir la situación, que son muchos. Sin embargo, no vemos que la tendencia vaya decreciendo. Insisto, valoramos muy positivamente el esfuerzo que se está haciendo, pero a nuestro entender hace falta ser muy disruptivo para poder revertir la tendencia porque si se hace un poco más de lo mismo sobre lo que se ha venido haciendo, llegaremos al mismo punto de destino. Creo que hay miedo a hacer cosas disruptivas. Es legítimo.
¿Qué necesitan las empresas andaluzas del sector industrial para avanzar?
Para mí, las principales necesidades serían:
Primero, contar con una administración que apoye verdaderamente a la industria, que sea palanca para el crecimiento y que salga del inmovilismo y el exceso de celo que todo lo paraliza.
Segundo, saber trabajar en unidades más grandes mediante alianzas, fusiones, adquisiciones para crear verdaderos campeones industriales que puedan competir internacionalmente, diversificarse, mejorar productividad, innovar, etc.
En tercer lugar, habría que darle más importancia a la digitalización. No solo de los procesos administrativos, sino más bien de los procesos productivos.
Y por último, es preciso innovar para dar mayor valor añadido a los productos y ser diferentes.
No niego que son malos momentos para las empresas en general en España. Están siendo saqueadas; coartadas en su capacidad para adecuar sus recursos humanos a sus momentos productivos; y sin recursos financieros públicos para invertir o innovar. Insisto, solamente el 10% de los fondos europeos que llegaron a Andalucía terminaron en las empresas y de ésos, veremos cuantos expedientes de pérdida al derecho de cobro se van a tramitar por cualquier defecto de forma y una vez hecha la inversión.
Más Industria está involucrada en varias iniciativas y proyectos. ¿Puedes hablarnos de algunos de los proyectos destacados que hayan tenido un impacto significativo?
El informe “La industria en Andalucía: diez temas en diez años” nos ha permitido hacer una radiografía de nuestra industria y lo que es más importante, cómo ha evolucionado en estos últimos diez años y cómo revertir la situación en aquellos indicadores donde salimos mal parados.
Otras tareas que estamos haciendo son labores de sensibilización sobre el beneficio que tiene para una sociedad contar con un tejido industrial potente y por supuesto, luchar frontalmente para quienes desde Europa pretenden que Andalucía siga siendo únicamente un sitio de sol y playa para europeos retirados para concentrar la industria en el Norte de Europa.
Estamos haciendo trabajos para atraer inversiones industriales apoyándonos en los buenos recursos naturales que tenemos, la posición geoestratégica en el estrecho de Gibraltar, los recursos humanos disponibles en calidad, cantidad y precio, así como la mayor cantidad de suelo industrial disponible (me atrevería a decir) de Europa.
También nos preocupa mucho la falta de relevo generacional que estamos viendo, sobre todo, entre las pequeñas empresas industriales que tienen un buen producto pero que les faltan perfiles más jóvenes y “digitales” que quieran coger el testigo de sus fundadores. Para ello, queremos hacer un plan concreto para evitar la pérdida de empresas industriales rentables por este motivo.
Vendemos a Andalucía como “La puerta industrial de Europa” y nos queremos aprovechar de los procesos de nearshoring (externalización de procesos productivos mediante subcontratación en países extranjeros pero relativamente cercanos) que ya se están dando y que se darán con mayor intensidad en el futuro; es decir, volver a producir en Europa pero no necesariamente en el sitio donde se originó la industria (por ejemplo Alemania) sino en zonas cercanas con mejores condiciones para producir competitivamente (por ejemplo Andalucía). Queremos aspirar a ser como México con relación a Estados Unidos, que está atrayendo gran parte de las producciones norteamericanas con mejores condiciones para fabricar. O actuamos rápidamente u otros países, como Marruecos o Portugal, tomarán esa posición de liderazgo en el nearshorting europeo. Ya está pasando.
La sostenibilidad es un tema crucial en la actualidad. ¿De qué manera promovéis prácticas más sostenibles en el sector industrial?
Las energías renovables y el medio ambiente son dos pilares fundamentales de la industria: el primero de cara al futuro y el segundo que es ya una realidad porque una parte importante de las inversiones de la industria son para proyectos de sostenibilidad ambiental o mejoras para incorporar a los procesos productivos las mejores tecnologías disponibles.
En mi opinión, con las energías renovables en la industria todavía queda un largo camino por recorrer porque, aunque Andalucía es un gran productor de estas, ello, de momento, no nos otorga ninguna ventaja competitiva con relación a otras regiones de España, ya que el mercado energético afecta a toda la península ibérica y por tanto son competencias estatales.
Tenemos que trabajar más en poner la producción de energía renovable junto a los consumidores industriales (lo que se llama generación distribuida industrial) de modo que la energía vaya directamente de productor a consumidor sin pasar por las redes de distribución o transporte (momento en el cual se pierde esa ventaja competitiva y se duplica el precio del kWh).
¿Cómo involucráis a las empresas del sector en vuestras iniciativas?
La Asociación MAS INDUSTRIA es una asociación de personas, no de empresas. Es sociedad civil en movimiento. La sociedad civil en este país está muy apagada, es testigo pasivo de los que pasa, pero no se moviliza como lo hacíamos en los años 60 a 80 y eso lo queremos revertir.
Las empresas tienen sus órganos legítimos de representación ni entramos en concurrencia con ellos ni queremos competir. Bien es cierto que en una organización donde no tenemos ingresos recurrentes ni subvenciones públicas (ni las queremos), las empresas nos ayudan esponsorizando actos o proyectos. Es una colaboración en especie para fines muy concretos. Todo lo demás, lo hacemos de forma altruista.
¿Quién puede formar parte de la asociación?
Puede formar parte de la asociación cualquier ciudadano que quiera ayudar a desarrollar industrialmente Andalucía. La única condición es que tienen que ser presentados por algún miembro de la propia Asociación. Pueden estar dentro o fuera de Andalucía, de hecho tenemos miembros de fuera de Andalucía que se tuvieron que marchar por no encontrar en esta tierra las condiciones para desarrollarse profesionalmente y quieren contribuir con sus experiencias en otros países a enriquecer nuestro tejido industrial.
Finalmente, ¿cuáles son los planes futuros de Más Industria y las metas a largo plazo que la asociación está buscando alcanzar?
Nuestro interés estriba en crecer para ser un referente y poder influir en el cambio de ritmo que esto necesita para mejorar el peso de la industria.
Nuestra meta a medio plazo es ayudar a incrementar el PIB industrial de Andalucía con las estrategias que he expuesto a lo largo de toda la entrevista y que el valor añadido bruto de nuestros productos industriales también aumente.
Nos gustaría que la administración nos considerase como un referente sin ánimo de lucro y con un bagaje entre sus asociados que podría aportar mucho para plantear estrategias y hacer actuaciones. Estamos en una sociedad con dos problemas. De un lado, la parálisis por el análisis (estamos siempre haciendo estudios y planes pero actuamos poco) y, por otro, el marketing político que da más valor a como se vendan los datos (parecer que todo se mueve para que todo siga igual) que a afrontar los verdaderos problemas de forma disruptiva para salir del círculo “virtuoso” donde llevamos casi cuarenta años.
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