Todo aquel que se dedique al Marketing de una manera profesional conocerá las ‘4P’. Se trata de una serie de elementos que el profesor de contabilidad estadounidense E. Jerome McCarthy propuso para definir cualquier estrategia de marketing.
Las cuatro variables a las que se refería eran:
-Producto
-Precio
-Punto de venta
-Promoción
Estas cuatro variables son el pilar básico de cualquier campaña de marketing y sobre la que se debe sustentar toda empresa.
No obstante, estamos hablando de un concepto, el marketing mix, que se promulgó en la década de los 60 y, por lo tanto, ha evolucionado muchísimo. Las nuevas tecnologías y los cambios de comportamientos de los consumidores han originado que tengamos que establecer otros conceptos para determinar los preceptos básicos del marketing.
Vamos a analizar cómo cada concepto ha sido sustituido por otras variables.
-Producto – Cliente- Experiencia
En décadas anteriores la publicidad y el marketing se centraban en el producto, ya que era el objeto de la venta. Sin embargo, hemos pasado a centrarnos en el consumidor: sus necesidades, aficiones, gustos y así conocer mucho más sobre nuestro público objetivo. De ahí, que ya no interese el producto, sino las necesidades que satisface, puesto que el consumidor ya no sólo busca un producto, sino experiencias. Por lo tanto, el concepto ‘producto’ ha sido sustituido por el de emociones o experiencias.
-Precio – Coste- Intercambio
El precio ha dejado de ser importante en el marketing e incluso para el cliente y para el fabricante. Porque, como hemos dicho antes, buscamos en los productos otras cosas y dependiendo de ciertos productos, el precio ya no es importante. De hecho, cada vez es más frecuente que demandemos otras cosas, como likes, comentarios, por lo que ya no sólo podemos hablar de precio, sino de coste y de intercambio, puesto que podemos ‘pagar’ con otras variables como tiempo o acciones.
-Punto de venta- Conveniencia- entorno
Al igual que con el público, el lugar también ha pasado a un segundo plano. Ya no es necesario un espacio físico, sino que podemos vender en cualquier lado y nuestros clientes, pueden acceder a nosotros en cualquier parte del mundo. En un mundo de e-commerce, el lugar ya no es influyente, de hecho, muchas empresas ya no tienen siquiera un lugar para operar. Por ello, cuando se lanza un producto o servicio el lugar ya no es importante, pero sí que se busca el entorno, o más bien a qué público va dirigido, puesto que en un mundo global y donde cualquiera pueda comprar los productos en cualquier parte del mundo, se hace difícil pensar un producto o servicio para un punto de venta.
-Publicidad-Comunicación- fidelidad
La publicidad era la encargada de promocionar un producto, pero en el momento en que el consumidor cambió, se necesitaron otras herramientas y ampliar el espectro, por ello, se necesitó a la comunicación. Pero, además, en estos tiempos de redes sociales, es necesario usar la comunicación que tenga que ver con la fidelidad. Se trata de emplear nuevas técnicas comunicativas para que nuestros seguidores se conviertan en fans y respondan con diversas acciones y se conviertan no sólo en compradores, sino en seguidores de nuestra marca. Con ello conseguimos que, ante nuevos productos sean consumidos por esta legión de seguidores. Aquí entra el inbound marketing, del que hemos hablado en anteriores números.
Como ha podido comprobar, el marketing no es una ciencia exacta, sino que está en continua transformación. Por ello, a la fórmula tradicional de las 4 p debíamos realizarle una revisión, puesto que también han evolucionado hacia nuevos conceptos.