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El pasado 15 de febrero se celebró la XIII edición de los premios Madrid Magazine, galardones que reconocen el trabajo de profesionales cuya aportación tiene un valor significativo para el crecimiento económico y social del país.
El emblemático edificio Veles e Vents, diseñado por el arquitecto británico David Chipperfield y pieza central en la reorganización del puerto industrial de Valencia fue el foro elegido para reunir a más de 200 asistentes, todos ellos perfiles destacados de diferentes ámbitos profesionales de toda España. Una ceremonia en la que ha destacado el CEO de Formación Universitaria, Ignacio Campoy, quien recibió el premio a su trayectoria profesional y un reconocimiento que, una vez más, destaca su contribución al sector educativo y su compromiso con la formación e-learning de calidad.
En palabras del propio Campoy, este galardón “significa una motivación para seguir trabajando por la enseñanza e-learning de calidad y por el poder transformador de la educación”, un modelo formativo por el que pocos apostaban hace más de dos décadas y en el que Campoy destaca hoy como uno de los líderes de este método educativo de aprendizaje en España.
Un nuevo éxito que suma a muchos más, y sobre el que hemos querido preguntarle al terminar el evento, porque Campoy es, sin duda, un ejemplo de lo que significa hoy liderar desde la transformación en un sector clave para el desarrollo social, como es el educativo.
En el contexto actual marcado por tiempos VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos), la palabra éxito también cobra un nuevo significado, y esto deben tenerlo en cuenta los líderes de organizaciones y empresas, ¿no cree?
Efectivamente, el liderazgo significa hoy influencia, pero no sólo en el contexto organizacional o empresarial, sino también en la esfera personal y privada. El liderazgo es transversal a todo lo que rodea al individuo y precisamente esa capacidad de influencia está vinculada a lo que hoy podemos definir como “éxito”, que no es más que entender a los demás. En otras palabras, entender a las personas sobre las que se ejerce esa influencia.
Recientemente un estudio de Gallup, que recoge encuestas realizadas a 52 países y basado en investigaciones sobre lo que las personas necesitan de sus líderes confirman que, por encima de todo, necesitan un sentido de esperanza, seguida de confianza, compasión y estabilidad. ¿Está usted de acuerdo con ello?
Por supuesto, y además como dice el propio estudio, estas necesidades deben ser estables. No hay nada más que desestabilice a una persona, y por ende a un equipo de trabajo que la incertidumbre, la falta de rumbo y la ausencia de empatía. Todo ello es independiente del sector, el país, el tipo de líder. Es decir, son necesidades fundamentales para “poder funcionar” como personas y como profesionales. Liderar no es sólo conducir hacia el éxito, es saber entender, saber cuándo esperar, cómo manejar los tiempos de las personas, y en definitiva es asumir un nuevo modelo de liderazgo, que conjugue los cuatro comportamientos de personalidad universales. Dicho de otra manera, apostar por la necesidad de liderar desde el Metaliderazgo.
¿Podría profundizar más sobre el concepto de Metaliderazgo?
Desde hace años mis investigaciones se centran en un modelo de liderazgo basado en la teoría DISC de comportamiento de personalidad para mejorar las habilidades y las competencias de los líderes. Un metamodelo, que pivota sobre la capacidad del jefe o líder para conjugar las tareas y las personas y que permite a los jefes o líderes conocer y dominar sus cuatro comportamientos de personalidad universales.
Este metamodelo de liderazgo tiene la capacidad de provocar el cambio en el estilo de dirección o liderazgo que se esté llevando a cabo hasta ese momento y lo que es más importante, tiene la capacidad de transformar la relación con los equipos y las personas. El Metaliderazgo es en esencia transformación.
¿Esto significa, por tanto, que el comportamiento de personalidad del líder influye en la obtención de resultados positivos?
Por supuesto. Tenga en cuenta que cada uno de nosotros lidera desde su propio comportamiento de personalidad y que ese comportamiento influye de manera determinante en la eficacia y en la obtención de resultados positivos. En otras palabras, lo que ven los demás, nuestras conductas, ya vienen marcadas por nuestra estructura de la personalidad. Esto es algo que han evidenciado mis investigaciones, porque, aunque no seamos conscientes, existe un modelo de liderazgo superior que conjuga otros comportamientos de personalidad, existe y cada vez hay más evidencias de la necesidad del Metaliderazgo.
Convénzame y dígame, ¿qué ventajas aporta este modelo para las empresas y organizaciones?
Pues ante todo bienestar, algo que el estudio de la consultora Gallup refleja claramente en su estudio y sobre el que comenzamos hablando en esta entrevista. La necesidad de bienestar empresarial, y disminución del sufrimiento. Fíjese, que cuando los jefes o los lideres de las empresas u organizaciones llevan a la praxis este metamodelo de liderazgo, obtienen colaboradores, equipos y organizaciones más sanas y productivas. Cuando se lidera desde el Metaliderazgo, el colaborador es más productivo, el equipo es más productivo y la empresa u organización es más productiva.
Sin duda me ha convencido, ¿añadiría algo más para terminar?
Pues sólo insistir en que el obsoleto modelo de dirección centrado en los detalles mínimos del trabajo hoy ya ha caducado. El metamodelo de liderazgo, el Metaliderazgo es el que forma a los líderes necesarios para el contexto empresarial actual, porque fomenta el macromanagement, enfocado a las tareas y a las personas desde el punto de vista de los procesos y las relaciones y esto es lo que hoy sin duda se necesita.