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La provincia de Málaga registró en 2024 la creación de 7.509 nuevas sociedades mercantiles, alcanzando el mejor dato en dos décadas y concentrando el 37,5% de las empresas constituidas en Andalucía.
El ritmo de creación de empresas en Málaga marcó en 2024 cifras históricas, con 7.509 nuevas sociedades mercantiles, según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). Este resultado representa un incremento del 5,6% respecto a 2023 y consolida a la provincia como líder regional, con más de un tercio de las nuevas constituciones en Andalucía.
Por sectores, la gestión e intermediación inmobiliaria destacó como el segmento más dinámico, con 1.494 nuevas empresas. Le siguieron el comercio al por mayor y al por menor (1.081 empresas en total), la construcción de edificios y actividades especializadas (1.026 empresas), y los servicios de comidas y bebidas (795 empresas). Otros sectores relevantes incluyen la consultoría empresarial, la venta y reparación de vehículos, y las actividades informáticas.
A nivel territorial, Málaga capital y municipios como Marbella, Mijas y Fuengirola lideraron la actividad empresarial, representando la mayor densidad de nuevas sociedades en la provincia.
El capital desembolsado por las empresas malagueñas en 2024 ascendió a 286,5 millones de euros, lo que equivale al 36,5% del total invertido en la comunidad autónoma. Este volumen de inversión refuerza el papel de Málaga como motor económico de Andalucía.
Saldo positivo y desafíos estructurales
El balance empresarial de la provincia sigue siendo favorable, con un número de disoluciones (1.400) muy inferior al de empresas creadas, manteniendo un saldo positivo. Por cada cinco empresas creadas, solo una cesó su actividad en 2024.
No obstante, la economía malagueña enfrenta retos estructurales. La provincia se caracteriza por la alta proporción de empresas sin asalariados (56%), lo que refleja la atomización de su tejido productivo. Además, la productividad sigue siendo uno de los principales desafíos, tal como destacó la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que insta a mejorar las condiciones estructurales para garantizar un crecimiento sostenible.