
Marcaje industrial: el héroe invisible que evita el caos en tus alimentos
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Imagina ir al súper y no encontrar la fecha de caducidad en los yogures. O recibir una caja de vino sin etiquetas que indiquen qué botella es cuál. Peor aún: que la carne envasada venga sin información del lote y acabe en un misterio gastronómico de riesgo… Caos absoluto ¿verdad?
Lo cierto es que el marcaje industrial y codificación industrial son los héroes silenciosos de la trazabilidad, no llevan capa, no salen en los titulares, aunque sin ellos la industria alimentaria entre muchas otras sería un desorden monumental.
Básicamente es la tecnología que se encarga de imprimir fechas de caducidad. Números de lote, códigos de barra, etiquetas en productos y embalajes entre muchas otras. Aunque rara vez les prestamos atención, son la clave para que todo funcione como debe.
Desde la inyección de tinta en botellas de aceite, pasando por el marcado láser en plásticos y vidrios hasta la impresión en cajas de productos cárnicos, el marcaje industrial se adapta a cada sector y garantiza que los productos cumplan con la normativa, lleguen al consumidor con información clara y mantengan su trazabilidad.
Si hay algo que puede poner los nervios de punta en una línea de producción, es un fallo en el sistema de marcaje. Algunos clásicos que pueden convertir una jornada de trabajo en un drama son:
- Tinta que desaparece en envases grasos.
- Códigos ilegibles que hacen que los escáneres de logística entren en crisis existencial.
- Etiquetas que se despegan en las cámaras frigoríficas como si tuvieran voluntad propia.
Las soluciones a estos problemas van desde elegir la tecnología correcta (inyección de tinta, láser o etiquetas de lata adherencia) hasta mantener los equipos con un mantenimiento adecuado.
Con la llegada de nuevas tecnologías el sector se está modernizando con etiquetas inteligentes con códigos QR, RFID y softwares de gestión que evitan errores humanos. La automatización y conectividad en el sector hacen que los errores sean cada vez menos frecuentes y la eficiencia mucho mayor.
Así que la próxima vez que elijas un producto del supermercado, echa un vistazo a la impresión del lote o fecha de caducidad. Detrás de esa pequeña marca hay toda una industria trabajando para que las cosas no se conviertan en un desastre logístico… y para que no te lleves a casa un yogur caducado del año pasado.
** Las opiniones expresadas en los artículos de ‘Voces de Experto’ en PYMES Magazine son de exclusiva responsabilidad de sus autores, no comprometiendo la postura editorial de la revista.