María Hesse, una de las ilustradoras del momento

María Hesse es sevillana de adopción y una de las ilustradoras del momento. Su obra es adictiva. Posee una gran variedad de productos sensacionales, desde libros a tazas o camisetas. Hace poco ha sido seleccionada como una de las 100 mejores ilustradoras del mundo por Taschen, un reconocimiento más que merecido.

Al finalizar sus estudios en Educación Especial se aventuró en el mundo de la ilustración de manera profesional. Desde entonces, ha trabajado para la editorial Edelvives en la realización de libros de texto. Asimismo, ha ilustrado para revistas como  Jot Down, Maasåi Magazine, Fashion & Art, Público, Kireii o Glamour, y colaborado con marcas como Louise Boutin, Brugal, Compañía Fantástica y Martini. También ha publicado con editoriales como “Orgullo y Prejuicio” para Alfaguara y “Frida Kahlo y una biografía” con Lumen.  Tras el fenómeno editorial que supuso su primer álbum ilustrado, publicó Bowie, la biografía del camaleón de la música.  “El placer” es su último libro y nos cuenta más sobre él.

Has escrito y dibujado varios libros, uno de ellos la biografía de Frida Khalo. ¿Ha sido uno de los que más alegrías te ha podido dar? 

Sin duda. Fue mi primera oportunidad de publicar con una editorial como es  Lumen. Trabajar en la vida de Frida fue precioso, lo disfruté muchísimo. Y además me ha dado a conocer, y se ha publicado en muchos m países. Nunca pensé que me daría tanto.

Otra biografía que ilustraste fue la de David Bowie, ¿notaste el cambio de una artista a otro?

Fue una experiencia totalmente distinta. Ahora que estoy trabajando en otra biografía he terminado de comprender que es lo lógico, porque los propios personajes son muy diferentes entre sí y eso hace que lo vivas completamente diferente.  Además, a mi como autora me apetece visibilizar cosas diferentes con cada libro.

Tu último libro, El Placer,  es muy autobiográfico, de hecho hablas en primera persona y cuentas muchas anécdotas e historias propias. ¿Te resulta más complicado hablar de otros o de ti misma?

En El Placer me parecía más honesto partir de mis vivencias, había una intención.

Cuando me estuve documentado leí otros libro y en mi caso empalicé mucho más con aquellas personas que me contaban sus propias vivencias. No hacía falta que todas fueran iguales a las mía, pero la sensación general era la de romper juntas todos esos corsés que nos han puesto.

A parte de eso , la dificultad es diferente. Cuando hablo de otras personas, tengo que documentarme mucho y trabajarlo. Cuando es sobre mi, ese trabajo se reduce, pero tienes que romper con el pudor y muchos miedos.

¿Podemos decir que es el libro que más de María Hesse contiene?

Todos tienen mucho de mí de una forma u otra. El de Bowie quizás menos porque no lo escribí yo, pero tanto en el de Frida como la biografía que estoy haciendo ahora, son mi visión de ellas. Hay una intención, un análisis. Al final están muy ficcionadas.

Utilizas mucho el humor, ¿es una especie de escudo para poder hablar de cosas íntimas de manera más sencilla?

No era mi intención. Yo en persona soy así, quien me conoce no le sorprende leerlo después.

El mundo femenino es uno de tus principales temas, ¿lo ha sido siempre?

Lo ha sido sin darme cuenta, y con el tiempo me he dado cuenta que es lo natural. Es decir, las autoras y los autores habitualmente hablan desde su experiencia, y yo mi experiencia la he vivido como mujer y como he sido educada y socializada como mujer, con todo el peso de la feminidad. El hombre también lo hace, también habla desde su experiencia pero a el no se le pregunta. No se pregunta sobre lo masculino, porque se asume que lo masculino es universal.

Has hablado con naturalidad de la sexualidad femenina y precisamente por ello has comentado alguna vez que te has dado cuenta de que es un tema que no está superado, ¿qué falta? ¿Crees que a día de hoy nos sigue faltando educación sexual? 

Falta muchísima. Y creo que vivimos una época muy confusa donde la supuesta liberación ha hecho que desvinculemos sexo de afecto, que son palabras que nunca deberían ir separadas. No hablo de amor romántico. Hablo de respeto, emocionalidad… Es normal que ocurra esto cuando nos plantemos cuando empezar a hablar con las niñas y los niños y no como un continuo desde que se nace.

“El punto G existe, aunque sepamos más sobre Marte que sobre él”. Es una de las afirmaciones de tu libro, acompañada por cierto por una ilustración maravillosa. Quizás esto lo resuma todo ¿no?

Y hasta está mal (sonríe). Porque debemos empezar a descolonizar nuestros cuerpos. Es curioso cómo los órganos que compartimos como corazón, cerebro, hígado, son nombres que no hace alusión a nadie. Sin embargo con nuestros genitales cambia: Punto G (Gräfenberg), trompas de Falopio…

¿Cómo trabajas para naturalizar y profundizar en este tema que sigue siendo tabú?

Es que yo ese proceso de naturalizar lo había trabajado mucho antes del libro. Para mi fue imprescindible las conversaciones con mis amigas. Lo más difícil quizás para mi fue encontrar el lenguaje que quería utilizar. No soy escritora, pero tenía claro que no quería que fuera soez o cursi. Es difícil encontrar un equilibrio. Lo mismo ocurría con las imágenes. Creo también que la suma de los dos lo hace más fácil.

Una de tus cualidades es que eres capaz de relacionar mucho la poesía con el placer femenino. ¿Cómo nace esta idea?

Porque para mí el Placer está en todos lados y todo se puede conectar. También lo hice con la música con la canción de María Arnal y Marcel Bages, o con la comida y la receta de la tortilla de patata. Hubo muchas cosas que se quedaron fuera, pero para mi todo suma.

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