Conocerse como madre o como padre es tan importante como conocer a tu hij@. Por eso, es importante reflexionar sobre “¿cómo soy como madre o como padre?”, “¿cómo me relaciono con mi hij@?”, “¿qué espero de él o ella?”, “¿cómo voy a lograr mis objetivos teniendo en cuenta quién soy?”, etc…
Tu estilo educativo es tu forma de actuar respecto a tu hij@ ante situaciones cotidianas, cuando hay que tomar decisiones sobre él o ella o resolver algún conflicto. Tiene que ver con cómo interpretas las conductas de tu hij@, con tu visión del mundo y con qué conductas valoras como apropiadas y deseable en tu hij@.
La combinación entre el afecto, la comunicación y el control es lo que define los «estilos educativos» y los diferentes estilos parentales, siempre teniendo en cuenta que los estilos educativos suelen ser mixtos, que varían con el paso del tiempo y el desarrollo del niñ@ y que, además, están influidos por el sexo del niñ@, su posición en el número de hermanos… Por tanto, son tendencias globales de comportamientos que se dan en una relación bidireccional donde l@s hij@s también influyen sobre el comportamiento de sus madres y padres de forma decisiva.
Existen cuatro estilos educativos (democrático, autoritario, permisivo y negligente) y cada uno de ellos tiene un efecto educativo sobre l@s hij@s.
A estos estilos habría que añadirle el sobreprotector cuya meta es que el niño o la niña esté segura y no corra riesgos, y para ello limita las relaciones del niñ@ con sus iguales, así como su autonomía generando una dependencia desadaptativa y enfermiza en el niño o la niña.
El estilo educativo Democrático es el más saludable o idóneo para criar a tu hij@ y para ello es importante que sigas los siguientes consejos o recomendaciones:
•Ten siempre presente que tu hij@ depende de tí, y que su conducta y tus reacciones determinarán su comportamiento.
•Ten en cuenta sus necesidades emocionales y afectivas. Tu hij@ necesita cariño, afecto, amor y paciencia.
•Tu hij@ necesita comprender lo que siente. Anímale a expresar las cosas que le ocurren, y ayúdale a identificar cómo se llaman esos sentimientos que te describe.
•Explícale, si te nota cansad@ o triste, a qué se debe. Le estarás ayudando a que desarrolle su sensibilidad ante las emociones de l@s demás.
•Explícale los porqués de las cosas. Las cosas no son “porque sí”.
•Tu hij@ necesita límites y normas. Debe saber qué debe hacer y sobre todo por qué es importante que haga lo que le pides.
•Además de conocer los límites y las normas es importante que cumplas con las consecuencias (positivas o negativas) que le has dicho que supone no cumplirlas. Tiene que entender y saber que su conducta tiene consecuencias.
•Enséñale y hazle saber de la importancia del esfuerzo. Anímale a enfrentarse a las situaciones que se le presentan y a no tirar la toalla,
•Hazle saber y demuéstrale que si se equivoca o falla estarás disponible para ayudarle.
•No censures sus pensamientos ni sus emociones. Es bueno que tu hij@ no se sienta cohibid@ a la hora de expresarse.
En resumen, para ser una madre o un padre democrático es importante que tengas en cuenta que lo ideal es ser afectuos@ a la vez que pides a tu hij@ que asuma responsabilidades acordes a su capacidad. Es decir, mezclar niveles altos de afecto, de exigencias y de control.