Tomares es uno de los rincones más notables de la capital andaluza. Con más de 25.000 habitantes esta zona reúne numerosos eventos culturales, zonas de ocio y viviendas de todo tipo. Su carnaval y feria crecen cada año. Y además, por si no lo sabías, Tomares es cuna de toreros.
Tomares es un pueblo con multitud de curiosidades. Podríamos empezar por conocer el origen de su nombre. Es cierto que no tiene un origen preciso, pero hay teorías que indican que este vocablo proviene del nombre árabe “Tomar” que significa “enterramiento”. Esta idea se basa en que en la afirmación del enterramiento del santón árabe “abuyahya” fue en esta zona. Otras fuentes aseguran que el nombre proviene del hebreo “Tomaret”. Otras cuentan que es la ciudad a la que Plinio llama Tema o Toma, que al parecer estaba situada en este lugar. Aunque el origen de su nombre no sea certero, Tomares es conocida en toda Sevilla y provincia por ser un lugar especialmente atractivo para vivir.
Otra curiosidad sobre Tomares es que es cuna de toreros. En esta zona creció la saga de los “Bomba”, siendo el más conocido Emilio Torres Reina, “Bombita” y Ricardo Torres “Bombita chico”. Tomares también cuenta con una buena reputación a nivel gastronómico por sus restaurantes.
En cuanto a patrimonio cultural Tomares es una zona referente en la comarca, cuenta con espacios emblemáticos como La Iglesia de Nuestra Señora de Belén. Este espacio fue construido a principios de siglo XVIII. También puedes visitar las haciendas señoriales que rodean la zona en Santa Eufemia, Zaudín Alto, El Carmen, La Cartuja, Montefuerte y Santa Ana.
En esta zona se han encontrado huellas palpables de ocupación en la Edad de Bronce. En concreto en la zona de Santa Eufemia. Asimismo hay evidencias de que fue una pequeña “villae” romana y que durante la época de dominación musulmana se articulaba en varias alquerías. Más tarde, durante el reinado de Alfonso X El Sabio, tras la expulsión de los árabes, la población musulmana desaparece prácticamente del Aljarafe. La reconquista cristiana deja esta zona como un campo disponible para la repoblación. El reparto de tierras, del que se beneficiaron numerosos repobladores procedentes de Castilla, León, Asturias, Galicia y Cataluña, poco a poco fue devolviendo al Aljarafe su fisonomía demográfica, su ajetreo agrícola y su tráfico económico.
A primeros del siglo XV consta que la villa estuvo vinculada a Francisco Orozco, primer marqués de Saudín y Vizconde de Tomares. Sin embargo no es hasta final del s. XV cuando Tomares aparece por primera vez en la relación de los municipios aljarafeños. Gaspar de Guzmán, III Conde-Duque de Olivares, consigue lo que sus antepasados no lograron. En 1627 anexiona a sus posesiones junto a otras tierras del aljarafe al término de Tomares. Tras la muerte de uno de los sucesores del Conde-Duque, Gaspar de Haro, las tierras de Tomares pasan a la Casa Ducal de Alba y, en una menos proporción, a la Iglesia.
El 21 de mayo de 1881 el Gobierno Civil de Sevilla aprobó la separación de Tomares y San Juan de Aznalfarache, que habían estado unidos desde época musulmana, constituyéndose como municipios independientes.
En 1885, después del proceso desamortizador de Madoz, el señorío de la capital sevillana se hace con el control de gran parte de la propiedad del suelo aljarafeño. Las Haciendas empiezan a cobrar protagonismo no sólo como caserío de olivar, sino también como lugar de residencia temporal de la burguesía agraria sevillana, que poco a poco va consolidando su poder territorial y político. Mientras tanto, la mayoría de la población trabaja en el campo y en las pequeñas manufacturas. El casco urbano de Tomares surge principalmente de la confluencia de tres de estas haciendas: la de Montefuerte, la de Santa Ana y la de Zaudín Alto.
En cuanto a sus fiestas más conocidas podemos hablar de la Feria de Tomares o la Romería de San Sebastián. Tampoco nos podemos olvidar del Carnaval, cada año con más afluencia y prestigio. Además, se impulsan de manera especial la velá de la barriada Las Almenas o la Cruz de Mayo del Camino Viejo, así como también la procesión del Corpus Christi por las principales calles del centro histórico del municipio.
Tomares es una importante sede cultural en la ciudad ya que acoge numerosos conciertos, certámenes y galas musicales y artísticas que han contado con la presencia de importantes artistas.
En la actualidad Tomares es uno de las zonas más relevantes e importantes de Sevilla. Sin lugar a dudas merece la pena pasear por este rincón sevillano, ya sea para asistir de una de sus numerosas citas culturales, por disfrutar en sus restaurantes, bares y pubs, pasear por sus zonas verdes, o para simplemente, y ahí es nada, vivir.