Ya son muchas las empresas que sabiendo que son más de 50 trabajadores en plantilla, se resiste a implementar a realizar su plan de igualdad, sabiendo que pueden enfrentarse algunos problemas específicos al realizarlo, tales como:
Falta de conocimiento y sensibilización: Muchas empresas aún no están lo suficientemente informadas y sensibilizadas sobre la importancia de la igualdad de género, lo que puede dificultar la elaboración e implementación de planes de igualdad efectivos.
Complejidad normativa: En España, la normativa relativa a la igualdad de género es compleja y puede resultar difícil de entender y aplicar para las empresas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) con recursos limitados.
Dificultades en la negociación con los representantes de los trabajadores: Las empresas que cuentan con representantes de los trabajadores deben negociar con ellos la elaboración del plan de igualdad, lo que puede resultar en un proceso complicado y largo.
Falta de compromiso de la dirección: La falta de compromiso de la dirección de la empresa es un problema común en España, al igual que en otros lugares, y puede impedir el desarrollo de políticas efectivas de igualdad de género. Si no hay un compromiso firme, el plan de igualdad puede quedarse en papel y no llevarse a la práctica.
Dificultades para recopilar datos: El plan de igualdad requiere un análisis profundo de la situación de la empresa en términos de igualdad de género y diversidad. Para ello, es necesario recopilar datos de diversa índole, lo que puede resultar complicado si la empresa no cuenta con sistemas de información robustos o no tiene la cultura de recopilar y analizar datos.
Falta de recursos: Las empresas pueden no tener los recursos financieros y humanos necesarios para elaborar y aplicar un plan de igualdad de género, especialmente las PYMEs que suelen tener menos recursos.
Resistencia al cambio: La implementación de un plan de igualdad puede requerir cambios en la cultura empresarial, en las políticas y prácticas de recursos humanos, en los procesos de selección y promoción, entre otros aspectos. Algunos empleados y directivos pueden resistirse a estos cambios, lo que puede dificultar la implementación del plan.
Es importante tener en cuenta que, a pesar de estos desafíos, el Plan de Igualdad es una herramienta clave para promover la igualdad de género en el lugar de trabajo y mejorar la cultura organizacional en España y en cualquier otro lugar.
