En estos tiempos tan convulsos que nos está tocando vivir estos años, y en el que cada uno que pasa nos sorprenden más los acontecimientos, como si en una película de ciencia ficción estuviésemos viviendo, nuestra salud mental se está resintiendo, puesto que la exposición a tales cavilaciones está superando con creces la zona de confort en la que durante tanto tiempo había estado dormitando.
Y este eco comienza a encontrar un sitio en los tribunales los cuales comienzan a hacerse cargo de la situación en la que los trabajadores comienzan a encontrarse, porque si una inestable o conflictiva situación laboral antes nos perturbaba el ánimo, con la mente cansada de La COVID 19 y resto de acontecimientos, la mente tiembla ya de manera aterradora ante cualquier incidencia.
Pues bien, esta situación ha sido apreciada en el de lo Social 5 de Bilbao que ha reconocido como accidente de trabajo la ansiedad derivada del conflicto laboral que ha vivido una trabajadora del aeropuerto de Loiu.
Analicemos la Sentencia en la que se especifica que, “contra la que cabe recurso de suplicación, se recoge que el periodo de baja por trastorno adaptativo de tipo ansioso que ha padecido la trabajadora de la empresa Multiservicios Aeroportuarios SA (MASA) es un accidente de trabajo, debido a que el daño a la salud de la trabajadora se deriva de un conflicto laboral en la empresa, que funciona como subcontrata en tareas de limpieza para diversas compañías aéreas en el aeropuerto de Bilbao.
La trabajadora permaneció de baja médica más de un año, entre septiembre de 2019 y noviembre de 2020.
Inicialmente, según consta en la resolución, se calificó la incapacidad temporal como enfermedad común. La trabajadora solicitó a la empresa la apertura del protocolo para la prevención de acoso.”
A pesar de que la Inspección de Trabajo concluyó en su momento la existencia de un conflicto de trabajo. Por su parte, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) dictó una resolución en marzo de 2021 en la que declaró que el trastorno de adaptación con ansiedad tenía su origen en un accidente laboral.
«En el ámbito de la empresa moderna nos encontramos, cada vez más, ante un fenómeno emergente en la actualidad y que son los riesgos psicosociales, esto es el denominado estrés laboral, patología que en las estadísticas refieren padecerlo con más o menos intensidad un 28% de los trabajadores y funcionarios».
En este sentido, la juez explica que esto se refiere a «aquellos estados de agotamiento de energía experimentados por los trabajadores cuando se sienten sobrepasados por los problemas del ámbito laboral, que en muchas ocasiones se entrecruzan con los problemas habituales y personales del trabajador».
«En tales relaciones donde se difumina lo personal de lo laboral pueden acontecer crisis de convivencia entre trabajador y su superior jerárquico o entre los trabajadores», afirma.
Por ello, continúa, «las personas que lo padecen tienen actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado».
Todo ello, agrega, «se trata de una reacción emocional psico-fisiológica ante aspectos nocivos del trabajo, producidos por el ambiente y la propia organización del trabajo, ello puede ser culpa o no del propio trabajador».
Además, recuerda que, según la doctrina del Tribunal Supremo, para la calificación como accidente de trabajo «basta que de alguna manera concurra una conexión con la ejecución de un trabajo, indispensable siempre en algún grado, sin que sea necesario precisar su significación mayor o menor, próxima o remota, concausal o coadyuvante, debiendo otorgarse dicha calificación cuando no aparezca acreditada rotura alguna de la relación de causalidad entre la actividad profesional y el padecimiento».
Por lo tanto, todos estos riesgos psicosociales, deben de ser tenido en cuenta a través de medidas preventivas que han de ser implantadas ahora con más ahínco que nunca en las empresas para paliar los riesgos derivados de excesivas cargas de trabajos, planificación de tareas y coordinación entre diferentes equipos y mandos. Y ahora más que nunca una sensibilización en las esferas de poder de estas ha de promoverse para eliminar un absentismo laboral cada vez más acuciante por la estresante realidad social predominante.