El mercado inmobiliario español afronta 2026 en un escenario de equilibrio delicado. Por un lado, la demanda de vivienda sigue siendo sólida. Por otro, la oferta continúa siendo claramente insuficiente. Esa combinación, junto con nuevos factores macroeconómicos, está configurando lo que será el mercado del próximo año.
Tras un 2024-2025 marcado por un fuerte dinamismo con transacciones inmobiliarias notablemente por encima de la media histórica, el mercado encara 2026 con expectativas de moderación en los precios, aunque sin corregir las tensiones de fondo. Las previsiones más recientes apuntan a un repunte moderado entre un 1,5 % y 2,5 % de subida en el valor de la vivienda, con diferencias muy marcadas según la zona.
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