Hace unos días me topé con un artículo en el que se describía que cada vez más empresas incluyen la app Tinder dentro de sus planes de comunicación. Como especialista no me sorprendió, pero sí que reflexioné un tanto sobre ello, ya que si que me llamó la atención que se haya tardando tanto en usar esta plataforma para llegar a un público más joven. Así que concluí que se trata de un caso paradigmático de cómo a las empresas les cuesta aún invertir en marketing digital dependiendo del producto.
A través de esta aplicación vamos a ejemplificar lo que aún le queda por conocer a las empresas sobre el marketing digital.
Muchos se sorprenderán con el titular, pensar siquiera usar Tinder para publicitarse puede resultar, al menos, chocante. Pero no es así.
Primero, para aquel o aquella que desconozca Tinder, se trata de una aplicación en la que las personas van eligiendo a su posible cita tan solo viendo su foto y ficha, si hay ‘match’ (las dos personas coinciden) ambos pueden comenzar a hablar y ligar.
Esta aplicación se ha convertido en la líder en el sector de las citas, sobre todo entre el público joven, ya que, según un estudio de Statista, un 30% de usuarios buscan el «match» diariamente. Por otro lado, dentro del promedio de usuarios de Tinder en España, se estima que las personas de entre 20 y 34 años son las que más utilizan la app en el país.
Durante la pandemia, esta app aumentó, si cabe, su uso, ya que el confinamiento impidió salir a ligar como se hace habitualmente.
El caso de Tinder, como he indicado, es un claro ejemplo de que aún se desconoce mucho el potencial del marketing digital, ya que con estas cifras quién no se atrevería a dar el paso de buscar potenciales clientes. Es cierto que no todo los negocios tienen cabida, pero hostelería, moda, academias, cursos, etc., hay un largo listado que podrían tener su hueco comercial en ella. Por otro lado, no hablamos de una red social al uso, sino que dispone de una gran interacción, puesto que la premisa de la misma es ver y dale a Sí o No, por lo que consigue del usuario un nivel máximo de atención y confianza.
Lo digo de otro modo, ¿qué diferencia hay entre Tinder e Instagram?
En lo básico, nada, ya que Tinder sigue los mismos patrones que Instagram: la interacción ante lo visual. Por lo que el primer golpe de vista es fundamental, mezclar tu anuncio entre los y las candidatas puede ser muy beneficioso para el plan de marketing ya que el nivel de atención aumenta de manera exponencial y funciona a la par de stories y tik tok.
Un ejemplo de una campaña de éxito la hizo Domino’s Pizza durante el San Valentín de 2018, con la acción de los usuarios, estos podían conseguir descuentos y pizzas gratis. Esta campaña consiguió un alcance de 200.000 personas y obtuvo más de 700 likes.
En definitiva, existe un público de millones de personas con diferentes intereses que aún las empresas no han considerado probar, en muchos casos, por prejuicios. En marketing hay que saber sopesar imagen de marca con objetivos. Es posible que haya empresas que consideren que invertir en estas apps no están bien visto, pero no podemos perder de vista que se trata de una red social a la que acceden millones de personas todos los días con intereses distintos y que están familiarizados con el uso de las tecnologías y cuyo lenguaje no es el tradicional.
Es más, las empresas no pueden ir solo a lo que funciona, sino explorar nuevos canales, puesto que al final se trata de llegar a nuestro público y conseguir clientes.