
Viviendas ocupadas: la otra cara del mercado inmobiliario que interesa a los inversores
En los últimos años, hablar de viviendas ocupadas era sinónimo de problemas legales, conflictos vecinales y propiedades difíciles de gestionar. Sin embargo, este escenario ha comenzado a transformarse. Cada vez más inversores están poniendo el foco en este tipo de activos, detectando en ellos una oportunidad de negocio que, bien gestionada, puede ofrecer una alta rentabilidad.
El mercado inmobiliario no solo se mueve por las propiedades recién reformadas o listas para entrar a vivir. También existen nichos menos visibles donde la clave está en el conocimiento del terreno, la capacidad de negociación y, sobre todo, en una estrategia profesional. Las viviendas ocupadas, ya sea por impago hipotecario, inquilinos ilegales o herencias conflictivas, están saliendo al mercado con precios por debajo de la media y representan una oportunidad real para quienes buscan rentabilidad a medio o largo plazo.
No obstante, este tipo de operaciones no son para todos los perfiles. El comprador de una vivienda ocupada debe contar con el respaldo de un equipo jurídico experto, conocer la situación registral y catastral del inmueble y tener claro cuál es el proceso necesario para recuperar la posesión efectiva. Muchas veces, la resolución de estos casos implica pactos extrajudiciales o procedimientos largos, pero en la mayoría de los casos, con la asesoría adecuada, se resuelven con éxito.
Para las agencias inmobiliarias que buscan diferenciarse y ofrecer producto exclusivo a inversores, este tipo de inmuebles puede suponer una línea de negocio interesante. Eso sí, siempre con total transparencia, informando al cliente del riesgo, del potencial beneficio y del tiempo estimado de resolución.
El auge de este tipo de operaciones refleja también una realidad: el mercado está en plena transformación, y los inversores buscan alternativas más allá del producto tradicional. Si hace unos años las subastas eran la gran vía para encontrar chollos, hoy las viviendas ocupadas están atrayendo a ese mismo perfil de comprador que no teme al riesgo, pero exige conocimiento y respaldo profesional.
Porque al final, en el sector inmobiliario, no siempre gana el que más dinero tiene, sino el que mejor sabe detectar las oportunidades… incluso cuando vienen con cerradura cambiada.
Este artículo pertenece a la edición de agosto de PYMES Magazine. (Lee la revista completa aquí)
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