Todos tenemos, o hemos sido alguna vez, ese “cuñao” que cree saberlo todo y, además de opinar sin fundamento, al final provoca un disgusto y una pérdida de dinero.
Lo mismo ocurre en muchas empresas al ejecutar una campaña, un post o cualquier acción en redes sociales. Se permite que el “cuñao” nos aconseje y…
