En los últimos días de octubre Mark Zuckerberg presentó un giro a su empresa único, ya que Facebook como empresa pasaba a la historia y daba la bienvenida al “metaverso”. De hecho, el cambio no se hizo esperar mucho y cada vez que abrimos las aplicaciones de la compañía nos aparece la ‘m’ que da nombre a la nueva empresa y que se asemeja al símbolo del infinito.
Expliquemos, primero, lo que oficialmente se dice. Zuckerberg asegura que esta nueva denominación es la culminación de la unión entre el mundo virtual y el mundo real, en el que prime crear nuevas identidades, chats, videollamadas, videojuegos e incluso conciertos con nuestros amigos y familiares. Todo ello, dando especial importancia a los NFTs y contenido virtual asociado a nuestra cuenta en cualquier sitio.
No obstante, ¿qué esconde este nuevo nombre?
En reiteradas ocasiones hemos explicado que cuando una empresa decide cambiar nombre o logo tiene detrás una decisión muy firme y con un objetivo claro y, la gran mayoría de las ocasiones, se realiza por prestigio. Ese es el caso de Facebook.
Antes de continuar, quería apostillar que, aunque parezca que me esté refiriendo a una decisión empresarial, no es así, sino que, nuevamente, estamos hablando de estrategias de comunicación.
2021 ha sido el ‘annu horribilis’ de Facebook. Si el año pasado conocíamos la compra de Instagram y WatsAPP, detrás de ello han venido una serie de sucesos que han ensombrecido a la empresa.
Por un lado, los problemas con la privacidad de la propia whatsAPP. Por otro lado, el documento filtrado de la propia empresa en la que se describen los problemas del cifrado. Además, Zuckerberg tuvo que declarar en EEUU, junto a otros magnates, acusados de incitar al monopolio. Sin olvidar el escándalo de Cambridge Analytica, con el que se fugó miles de datos de los usuarios. Todo ello ha provocado que la marca Facebook haya desgastado su popularidad.
Ante esta coyuntura, la empresa decidió dar un giro y cambiar su nombre. Se trata de una decisión para que los otros productos como Instagram o WhatsAPP no se contaminen de las acciones de la matriz.
De hecho, la NBC reveló que fueron los propios empleados de la compañía habrían pedido para quitarse de encima el bagaje de la marca ‘Facebook’. Algunos empleados incluso consideran que Facebook era un “impuesto” que tenían que sufrir en sus productos, pese a que estos no tuviesen nada que ver con la red social.
De nuevo se nos presenta un claro ejemplo de cómo antes un problema en la identidad de marca se decide cambiar para evitar que la mala imagen se propague. Mientras hemos visto otros casos en los que se daba un nuevo diseño al logo, Facebook ha ido un paso más allá debido a que su daño es mayor y puede repercutir a otros productos.
Pero detrás de toda cortina de humo se nos prometen novedades. Meta propone un nuevo universo en el que la realidad aumentada jugará un papel muy importante, pero hasta el momento poco conocemos y, de momento, continuamos con nuestras tres aplicaciones en funcionamiento. Veremos qué nos depara el Metaverso.