
Las redes sociales como estrategia de crecimiento y fidelización de clientes
Mírela Ivanova
Fundadora de MI Marketing, Boutique del Marketing Digital
No cabe duda de que las redes sociales están transformando las relaciones entre empresas y clientes. Me atrevería a afirmar que hoy ya son el mejor canal de creación de valor para las pymes, tanto en notoriedad de marca como en ventas y fidelización.
Durante mucho tiempo, los negocios locales veían las redes como un lugar para “estar presente” o subir publicaciones aisladas, sin embargo, el juego ha cambiado: ya no se trata de publicar, sino de diseñar experiencias digitales que conviertan a un seguidor en cliente.
Y puede que te preguntes ¿Qué es una experiencia digital?
Una experiencia digital es el conjunto de sensaciones, percepciones y acciones que el usuario vive al interactuar con una marca en redes sociales. Es decir, no es solo lo que ve (un post, una web, un anuncio), sino lo que siente, piensa y hace durante ese recorrido.
Imagínate una clínica estética que publica un antes y después en Instagram y contesta comentarios no está solo mostrando resultados; está creando una experiencia digital si logra que el usuario: se sienta inspirado por el cambio (emoción), confíe en la marca por lo que lee en las reseñas o historias (credibilidad), y finalmente reserve una cita (acción).
Esa combinación de emocionar + aportar valor + provocar acción es una experiencia digital.
Muchas empresas pequeñas empezaron a digitalizarse a raíz de la pandemia. Negocios locales que han pasado de depender solo del boca a boca a llenar sus agendas gracias a una estrategia en Instagram; o en comercios que han multiplicado sus ventas aprovechando reseñas en Google y campañas segmentadas con presupuestos mínimos.
Las redes sociales ya no son un escaparate: son un sistema de relación directa, inmediata y constante con los clientes. Y esa capacidad de conectar, escuchar y responder en tiempo real es lo que convierte a este medio en la nueva necesidad imprescindible para cualquier pyme.
Mi propuesta para un negocio local que quiere aprovechar este cambio debe empezar a trabajar tres capacidades fundamentales:
- Community management. Porque no basta con tener presencia, hay que cultivar una comunidad activa y responder con coherencia, cercanía y constancia.
- Creación de contenidos. Dejar de improvisar y empezar a diseñar piezas que eduquen, emocionen y conecten con lo que el cliente realmente necesita.
- Análisis en tiempo real. Medir lo que funciona y ajustar la estrategia con datos, no con intuiciones.
Con estas tres bases, incluso un negocio pequeño puede transformar su forma de vender y relacionarse con sus clientes.
Las redes sociales no son un gasto ni una moda, sino la infraestructura comercial. El escaparate ya no está solo en la calle, está en el bolsillo de cada cliente.
