Quiero ponerte en situación para que puedas comprobar cuanto es de importante el asunto en cualquier correo electrónico.

¿Cómo de impaciente estás para abrir un regalo que te lo dan envuelto en un papel chulísimo?

Esa expectación y esas ganas de saber qué es, lo tienes que lograr con el destinario de tu email. Y estas sensaciones solo se experimentan, si el asunto que acompaña a tu correo electrónico es ingenioso y creativo.

A lo largo del día, recibes muchos mensajes de correo electrónicos. Por un lado, solo abres aquellos que estás esperando que te llegue de una persona en concreto. Por otro lado, seguro que ignoras aquellos que no te interesan y, por último, están aquellos que no te esperas, pero que hay algo que te impulsa a abrirlo.

Ese algo es el asunto. De nada sirve que seas una marca muy reconocida o que te hayas currado un potente cuerpo del mensaje, si al final el receptor decide pasar de él y no abrirlo. Digamos que trabajo a la basura.

Ahora bien, quiero que sepas que no existe una fórmula mágica que te diga cómo tienes que escribir los asuntos. El experimentar es lo que te va a llevar a que cada vez más consigas mayores tasas de aperturas.

En ese experimentar es donde tienes que poner tus dotes creativas y echarle mucho, pero que mucho ingenio.

Aunque no existe fórmula mágica, como te he dicho antes, sí te puedo dar una serie de consejos que te pueden ayudar mucho a elaborar un asunto que sea imposible de ignorar.

Lo primero y esto se puede decir que sí es una regla, tienes que evitar que tu correo acaba en la bandeja de spam. Para ello, no debes de usar frases y palabras como: gratuito, milagroso, mágico, barato, etc. Ni uses muchas mayúsculas, ni demasiados signos de puntuación.

Intenta que tu asunto sea intrigante, que despierte curiosidad. Aquí no debes de dar demasiada información. Hay que dejar la miel en los labios. Un ejemplo de este tipo de asunto podría ser: “Lo que me ha contado tu vecino”. Piensa por un momento, ves ese asunto y lo primero que se te viene a la cabeza, es que algo de ti me ha contado ¿Verdad?

La persuasión también puedes usarla en tus asuntos, pero ojo, hazlo con sentimiento de urgencia, no vayas a parecer invasivo. El saber que tienes un tiempo limitado para acceder o ver algo, despierta una inquietud que lleva a la persona, por lo menos comprobar de qué se trata. Un ejemplo: “Hoy estás dentro, mañana fuera”. El pertenecer a un colectivo, el ser uno más y encima le añades el espacio tiempo hará que abra tu mensaje.

Otro detalle que funciona bastante bien en el asunto, es usar la personalización, es decir, nombrar a la persona en el asunto. Me refiero a: “Rocío, hoy me he acordado de ti”. Con este tipo de asuntos, puedes luego usar la técnica del storytelling y contar una historia. Esto engancha muchísimo. Somos como niños pequeños cuando se les narra un cuento. 

Uno de los objetivos que tiene el email marketing es crear comunidad en torno a una marca. Siguiendo esta línea, tus suscriptores deben de ser los primeros en enterarse de un nuevo lanzamiento de producto. Por esta razón, resaltar en el asunto “Eres el primero en conocer el potencial de mi nuevo servicio”.

Estas son una serie de recomendaciones, pero como he resaltado al principio, no hay ciencia exacta, porque lo que puede interesar a tu público puede ser diferente a otro. De ahí, que la experiencia, el experimentar, hacer pruebas A/B, te irán ayudando a cogerle el tranquillo a esto de escribir los asuntos de tus emails.

Quiero recordarte que, los objetivos del email marketing son: impulsar las ventas y construir una comunidad en torno a una marca. Pero hay que añadir que, también, sirve para educar a tu audiencia y mantenerla informada de tu negocio.

En el siguiente artículo voy a detallarte los diferentes tipos de email marketing que se trabaja.

Si la curiosidad y las ganas de saber más te pueden, entonces ponte en contacto conmigo en rocioespinosa@pymescomunicacion.es y trabajamos juntos para sacar el máximo partido a tus campañas.