Como identificar las quemaduras solares y qué hacer para sanarlas

Por M.ª Ángeles Fernández, diplomada y titulada en Estética
Por M.ª Ángeles Fernández, diplomada y titulada en Estética

Las quemaduras solares son una reacción de la piel frente a la excesiva exposición a los rayos “UVB”. Si se sobrepasa el tiempo de exposición al sol, la melanina, que es el pigmento natural de la piel, ya no nos puede proteger, por ello es súperimportante protegerla con protección solar y utilizarla adecuadamente. No todo el mundo tolera el sol de la misma manera, algo que tiene que ver con la genética, es lo que se llama “fototipo solar”, que determina el tiempo que cada persona puede estar expuesta al sol sin quemarse. Los signos de que hemos sufrido quemaduras solares dependen de la gravedad, pero la más común es el eritema (enrojecimiento) y sensación de calor y la descamación. En algunos casos puede ir seguido de hinchazón y aparición de ampollas, y en casos más graves acompañada de fiebre, cefaleas, náuseas, vómitos…  

Es importante saber que la piel tiene memoria y que cada quemadura solar provoca un daño en el ADN de la célula cutánea afectada por la quemadura. Estas células son capaces de reparar el daño, pero si se repite la lesión pierden el efecto reparador y con el paso de los años puede desembocar en un cáncer de piel. Si has sufrido quemaduras hay que regenerar la piel: lo primero es aplicar agua fría, cubrir con apósitos o gasas frías. Aplicar cremas reparadoras con principios activos como el cobre o el óxido de zinc, entre otros. La aplicamos y dejamos que haga efecto durante 10 minutos y después podemos aplicar una crema after sun para que hidrate y aporte alivio en la piel. También se puede ayudar desde dentro tomando alimentos ricos en vitamina E(espinacas, avena…); beber mucha agua para que el tejido esté hidratado; frutas con vitaminas C, ya que ayuda a producir colágeno (kiwi, frutos rojos, naranja…) y alimentos ricos en betacaroteno, ya que evitan que la piel se deshidrate y actúan como reparador celular (zanahoria, calabaza, melocotón…). Y cuando la piel esté recuperada y sin rojez sería buena opción realizar un tratamiento en cabina con tu profesional de estética, de exfoliación, de nutrición y de regeneración.

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