Después de Navidades comenzamos a preocuparnos más por nuestro peso, queremos algo rápido y fácil, es ahí cuando acudimos a las dietas detox.
Aparecen para “desintoxicar y depurar” nuestro organismo de los excesos y eliminar ese estado de “hinchazón” abdominal a base de líquidos (zumos o batidos de una marca específica).
Realmente nuestro cuerpo no necesita “desintoxicarse” de nada. Ya tenemos un sistema excretor muy completo (hígado, riñones, pulmones) que se encarga de eliminar las toxinas diariamente sin necesidad de ninguna dieta específica.
¿QUÉ EFECTOS PUEDE PROVOCAR LAS DIETAS DETOX EN EL CUERPO?
-Pérdida de peso insana. Se pierde masa muscular en vez de masa grasa (al perder tan rápido y sin control, nuestro cuerpo va a recurrir a las proteínas de nuestros músculos para obtener energía).
-Déficit de nutrientes y calorías, con efecto rebote cuando finalice la dieta (no tendremos regulado nuestro centro de apetito-saciedad y arrasaremos con la nevera sin control).
-Posible deshidratación e hiponatremia, al recomendarse productos muy diuréticos y laxantes.
-No depuran nuestro cuerpo pero si nuestro bolsillo.
¿CUÁL ES LA MEJOR SOLUCIÓN PARA MEJORAR NUESTRO PESO?
-Volver a nuestra rutina de comidas, si previamente llevábamos una alimentación saludable.
-Basar las comidas principales en verduras y hortalizas junto con alimentos proteicos.
-Consumir al menos 2-3 piezas de fruta al día.
-Hidratarse a base de agua e infusiones.
-Comenzar a realizar ejercicio a diario o retomarlo.
-Acudir a un dietista-nutricionista.