El Ayuntamiento de Sevilla, bajo la dirección del alcalde José Luis Sanz, ha puesto en marcha una nueva edición de la campaña Bono Sevilla, destinada a impulsar el comercio local. Sin embargo, a diferencia de anteriores campañas, en esta ocasión solo podrán acceder a los bonos los sevillanos empadronados en el término municipal de Sevilla, una medida que ha generado controversia al excluir a aquellos residentes de la provincia no empadronados en la capital.
La campaña ofrecerá un total de 57.500 bonos, lo que representa un aumento del 26,4 % respecto a la edición anterior, en la que se emitieron 45.475 bonos. Los bonos, disponibles entre el 2 de octubre y el 1 de noviembre de 2024, podrán adquirirse por 15 euros y tendrán un valor de compra de 25 euros, canjeables en más de 480 comercios locales adheridos a la campaña. Cada residente podrá adquirir hasta cinco bonos por DNI, con un máximo de 75 euros invertidos y un valor de compra de 125 euros.
“Esta campaña vuelve a ser un impulso firme para los comerciantes sevillanos, así como para las familias que contarán con una pequeña ayuda en este mes de recuperación tras la vuelta al cole”, señaló el alcalde Sanz. No obstante, esta ayuda queda restringida a quienes estén empadronados en Sevilla capital, lo que deja fuera a numerosos sevillanos que viven en la provincia pero no están registrados como residentes del municipio, algo que ha sido criticado por algunos sectores.
La campaña cuenta con una inversión de 585.000 euros y en diciembre se lanzará una nueva convocatoria con una partida presupuestaria similar. En total, el Ayuntamiento habrá destinado 1.170.000 euros en este tipo de iniciativas durante el último trimestre del año. Los bonos estarán disponibles en la web oficial de la campaña, www.bonosevilla.es, y serán entregados a los consumidores en formato digital mediante un código QR que podrán descargar y canjear en los establecimientos participantes.
Aunque esta medida busca fomentar el comercio de proximidad, su enfoque exclusivo en los residentes empadronados en Sevilla capital ha generado críticas por parte de quienes consideran que deja fuera a una parte importante de los consumidores habituales del comercio local, particularmente a aquellos que viven en la provincia pero no en la ciudad.