Entrevistamos a Anabel Carmona

Humilde, sencilla, única y con una dulzura embaucadora, esta joven lleva años cantando en bodas y eventos. No se dedica por completo a la música, va paso a paso y celebra cada felicitación y actuación como un gran triunfo. Aunque aún no se atreve a cantar sus propias canciones hace suya cada versión que canta, por ello tiene siempre una crítica tan buena. Tiene ganas, muchas ganas de continuar en este mundo y de dar lo mejor de ella en cada actuación.

¿Cómo empezaste en este mundo? ¿Cuántos años llevas en él?

Empecé en el coro joven “En tus huellas”, que surgió para cantar en la iglesia de Olivares. Poco a poco empezamos a cantar en bodas y nos llevamos varios años en ello. Pasado un tiempo, tomé la decisión  de dejar el coro. Entonces algunas parejas se pusieron en contacto conmigo para cantar en su boda, y fue un poco de casualidad que empezase así.

¿Cuándo decidiste enfocar tu carrera profesional en este mundo?

Fue hace unos 4 años cuando, también de casualidad, me crucé con Juanje, mi guitarrista. Lo llamé para que me acompañase a la guitarra en una ocasión porque el guitarrista que normalmente me acompañaba no podía. Él estaba empezando a tocar la guitarra, tenía ganas de sumergirse en algún proyecto musical y me convenció para empezar a mover hilos.

¿Cómo ha sido tu trayectoria?

Pues sin duda ascendente. Estoy muy contenta con lo que hago. Hoy día es difícil vivir de la música y, a día de hoy, no puedo decir que viva de ello. Lo compagino con otras muchas cosas pero me da para mis caprichos. Empezamos hace años con menos de 5 de bodas al año y ahora tenemos casi toda la temporada del año que viene ocupada. Si bien es cierto, que no es una trayectoria ni muy extensa, ni tampoco ha sido un crecimiento exponencial. Pero vamos despacito, dando pasos pequeños pero sólidos.  Y muy contentos, celebrando cada pequeña victoria como un gran triunfo.

Para aquellos que no te conozcan, ¿cómo describirías tu estilo musical?

Pues yo diría que mi estilo es pop español. Pero realmente hago más que eso. Me encantan los boleros de toda la vida, admiro profundamente el flamenco, también escucho mucha música en inglés. Y al final todo los que te gusta supongo que se refleja en lo que haces.  En nuestro repertorio puedes encontrar temas desde Alejandro Sanz hasta Adele. La mayoría es en español y de grandes compositores y cantautores que tenemos en nuestra tierra.

¿Qué vamos a encontrar en ti?

Hacemos versiones muy especiales, íntimas y sencillas. Sin nada de estruendos. Me dicen que tengo mucho gusto al cantar.  No sé muy bien por qué, creo que es porque no me gusta abusar de voces, ni de quejidos, aplico el menos es más. Hoy día en bodas la mayoría de cantantes intenta destacar y no se da cuenta de que los protagonistas no son ellos. Esa es mi máxima. Yo estoy para acompañar y darle emoción a la ceremonia, pero los protagonistas son los novios, nunca me gusta destacar.

Gran parte de tu trabajo consiste en actuar en bodas, ¿no? ¿Qué tiene de especial este escenario a una sala? ¿Cómo lo vives?

Al inicio de embarcarnos en esta aventura empezamos a cantar en algunos pubs y bares. Pero considero que mi voz no es para este tipo de actuaciones y que el estilo que a mí me gusta cantar está muy limitado en los bares. Entonces descubrimos un “mercado” en las bodas. Podíamos cantar canciones que me gustaban, disfrutar, y  hacer disfrutar con la música que siempre me ha gustado. Una boda es un escenario precioso, cada canción gana el triple porque está inmersa en un contexto cargado de emoción. Por tanto, cada canción que se canta la gente la escucha, escucha la letra, la siente… Es como que sientes que el público que te está escuchando se está emocionando. Es una sensación increíble. Y cuando acaba la ceremonia y vienen a felicitarte. Eso sí que es inexplicable.

Además, sueles tener una crítica excelente en estas actuaciones ¿no? Imagino que ese reconocimiento vale el doble, ¿no?

¡Totalmente! Nos involucramos mucho en cada boda. Nos entrevistamos con los novios y hacemos un ensayo para que ellos escuchen las canciones que van a soñar el día de su boda. Y ver que valoran tu entrega, tu profesionalidad y tu esfuerzo porque salga todo bien, es muy gratificante la verdad. Cada vez que nos escriben una buena crítica, es un pasito más que avanzamos. Unas palabras que tan poco trabajo cuestan, a nosotros nos ayudan a crecer y a que otros novios confíen en nosotros.

¿Con qué estilo te sientes más cómoda?

Sin duda con la música de aquí. Con esta expresión me refiero a la escrita aquí, la nuestra. Vanesa Martin, Manuel Carrasco, India Martínez, Pastora Soler, Mayte Martín, Alejandro Sanz,… También me gusta mucho versionar canciones antiguas.

¿Quién inspira a Anabel?

Mucha gente en muchos momentos. Cada época me da por algún artista. No siempre estamos del mismo ánimo y nos inspiran las mismas cosas.  Ahora me ha dado por escuchar a Mayte Martin. Tiene una elegancia al cantar, una fuerza en su voz, y a la vez una sutileza en cada detalle… Después, me encanta Alejandro Sanz, La Niña Pastori…

Para ti, ¿Qué es lo más importante en la música? ¿Cómo definirías la música?

Emocionar. La música te divierte, te aísla, te hace empatizar, te abre los ojos, o simplemente te hace olvidar. En ese momento que escuchas, cantas o tocas estás haciendo algo de verdad. La música es verdad.

¿Qué planes tienes a corto y largo plazo?

Pues durante las fiestas de navidad montamos un espectáculo navideño junto con mis compañeros del grupo Kaelia. Para este año tenemos la agenda ya bastante llena de bodas y eventos. Estamos trabajando en un pequeño proyecto para adentrarnos más en YouTube y potenciar la visibilidad en redes sociales. Pero está todo muy en el aire aún.

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