Indicios para la esperanza 

Insistimos siempre en que nadie tiene una bola de cristal, por muy sesudas que puedan parecer las previsiones que se hagan, y en que, por lo general, los vaticinios suelen ser más agoreros de lo que los hechos demuestran posteriormente. Por tanto, aconsejamos ser cautos ante el constante bombardeo de malos augurios. Sin embargo, los indicadores económicos van marcando unas tendencias ante las que sí debemos estar alerta y que ahora muestran que la economía, aunque debilitada por la crisis geopolítica, está mejor de lo pronosticado hace dos o tres meses.

Así, un organismo tan prudente como el Banco de España ha anunciado que su actual pronóstico del 1,3% de crecimiento del PIB para este año se ha quedado corto. Sigue a la Comisión Europea, que subió recientemente del 1% al 1,4% su cálculo para España. Ambos están adaptándose a unos datos que muestran que la economía, sin estar boyante, está demostrando dinamismo. También han recortado la predicción para una inflación que, aunque seguirá alta —dicen—, tendrá una senda descendente a partir de la segunda parte del año. La corrección del precio de la electricidad y la contención del gas y el petróleo y otras materias primas son un alivio. Lo cual no significa que las incertidumbres hayan desaparecido del horizonte.

Además, y esto es lo más importante, cabe recordar que la actividad tiene sus ciclos y que todas las crisis, por agudas que hayan sido, han remitido y han dado paso a épocas más boyantes. Y esta vez no va a ser distinto. Quiero, pues, lanzar un mensaje de ánimo y, muy especialmente, un consejo: quedarse parado no es la mejor opción. Y si hay algún colectivo que lo sabe bien, ese es el de los autónomos, que nunca desfallecen, simplemente porque no se lo pueden permitir. Los Family Bankers lo entendemos a la perfección, pues como profesionales autónomos apostamos por el futuro, aunque con una visión prudente y muy realista. No se puede olvidar que el riesgo está en el ADN de todo emprendedor, algo que nos hace ser prudentes cuando todo va bien y optimistas cuando llegan los momentos de incertidumbre. 

Formar equipo en estos momentos es una buena opción, pues aunando sinergias tendremos una mejor posibilidad no solo de superar este último tramo de la crisis, sino de salir reforzados. Además, es reconfortante saber que no estás solo, que puedes acudir a alguien en busca de consejo y ayuda. Nosotros hace tiempo, en realidad desde el origen de nuestro modelo de asesoramiento, que hemos creado equipo, lo que nos permite complementarnos y apoyarnos los unos a los otros. Una filosofía que trasladamos a nuestros clientes, a los que no solo asesoramos en las decisiones financieras, sino de los que aprendemos constantemente, pues cada uno en lo nuestro apostamos por ser los mejores. Y esa es nuestra fortaleza.

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