Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida. Es un proceso emocionante, pero puede volverse complicado si no prestamos atención a ciertos detalles clave. Desde la primera visita hasta la firma del contrato, hay una serie de factores, tanto físicos como financieros y burocráticos, que debemos tener en cuenta. En este artículo te explicamos qué aspectos son esenciales al visitar una vivienda que deseas comprar.
1. El estado de la vivienda
Lo primero que debes revisar es el estado físico de la vivienda. Durante la visita, presta atención a las paredes, los suelos y el techo. Fíjate si hay grietas, manchas de humedad o señales de que la casa necesita reparaciones. Asegúrate de que las ventanas y puertas cierren bien, ya que esto afecta tanto al aislamiento térmico como acústico.
Si es posible, pregunta por la antigüedad de las instalaciones eléctricas, de fontanería y de calefacción. Si son muy antiguas, podrías enfrentarte a reparaciones costosas en el futuro. Un aspecto clave es solicitar el certificado de eficiencia energética, que te indicará cuánto gastarás en calefacción o electricidad.
2. La distribución y la orientación
La distribución de los espacios es fundamental. Durante la visita, asegúrate de que la vivienda cuenta con una buena disposición de las habitaciones. Espacios amplios y bien organizados hacen que una vivienda sea más habitable sin necesidad de reformas adicionales.
También es importante verificar la orientación. Una vivienda con buena orientación, que reciba luz natural durante todo el día, no solo es más agradable, sino que te permitirá ahorrar en consumo energético.
3. El entorno y los servicios cercanos
Comprar una casa no es solo comprar un espacio, también es integrarse en un barrio. Investiga los servicios disponibles cerca de la vivienda: transporte público, colegios, centros de salud y supermercados. Además, valora si es una zona tranquila o ruidosa, si está en desarrollo o si tiene potencial de revalorización. La ubicación es clave para disfrutar de tu día a día y también para una posible futura venta.
Aspectos financieros a tener en cuenta
Una vez que tengas claro que la vivienda te gusta, es hora de hacer números. Los aspectos financieros son esenciales para evitar que la compra se convierta en un dolor de cabeza.
1. Gastos adicionales más allá del precio
No solo tienes que tener en cuenta el precio de la vivienda, sino también los gastos asociados a la compra, que suelen suponer entre un 10% y un 15% adicionales al valor de la propiedad. Estos gastos incluyen:
– Impuestos: Si es una vivienda nueva, deberás pagar el IVA (10%), y si es de segunda mano, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (entre el 6% y el 10% dependiendo de la comunidad autónoma).
– Gastos de notaría y registro: Para inscribir la vivienda a tu nombre, es necesario pasar por el notario y el registro de la propiedad, lo que también tiene un coste.
– Comisión de la agencia inmobiliaria: En algunos casos, los honorarios de la inmobiliaria corren a cargo del comprador, por lo que es importante aclarar este punto antes de cerrar la compra.
2. Solicita una preaprobación de hipoteca
Si necesitas financiación, es recomendable que solicites una preaprobación de hipoteca antes de iniciar el proceso de compra. De este modo, sabrás con precisión cuál es tu capacidad de endeudamiento. Asegúrate de comparar varias ofertas de hipotecas para encontrar la mejor opción en cuanto a tipo de interés, plazos y comisiones. Recuerda que los bancos suelen financiar entre el 70% y el 80% del valor tasado de la vivienda, por lo que tendrás que disponer del 20% o 30% restante.
Aspectos legales que no puedes ignorar
Antes de tomar cualquier decisión, asegúrate de que la vivienda esté libre de problemas legales. Este es un paso que muchos compradores pasan por alto, pero que es crucial para garantizar una compra sin sobresaltos.
1. Revisa la situación legal de la vivienda
Pide una nota simple en el Registro de la Propiedad para comprobar si la vivienda tiene cargas, como hipotecas o embargos. Esto es fundamental para asegurarte de que no hay problemas pendientes que puedan afectarte en el futuro.
2. Firma un contrato de arras
Cuando ya estés seguro de querer comprar la vivienda, el siguiente paso es firmar un contrato de arras. Este documento refleja el acuerdo entre comprador y vendedor y establece que, si alguna de las partes se echa atrás, habrá una penalización económica. Asegúrate de que el contrato de arras refleje de manera clara todos los términos y condiciones, como plazos y penalizaciones.
3. Verifica las licencias y reformas
Si la vivienda ha sido reformada, pide al propietario que te muestre las licencias correspondientes. Esto es importante porque, si las reformas no han sido legalizadas, podrías tener problemas a la hora de hacer futuras modificaciones o incluso inscribir la vivienda a tu nombre.
Visitar una vivienda con intención de comprarla es un proceso que va mucho más allá de observar si te gusta o no. Hay que tener en cuenta el estado físico, la ubicación, los servicios cercanos y, sobre todo, los aspectos financieros y legales que rodean la compra. Si haces una evaluación completa desde el principio, estarás más cerca de tomar una decisión acertada y evitarás sorpresas inesperadas. Comprar una vivienda es una inversión a largo plazo, por lo que es fundamental que cada paso sea dado con seguridad y conocimiento.